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La informalidad laboral en Bolivia se eleva al 84,2% en 2024

Comercio informal en las calles de La Paz / EFE Archivo
Un informe del INE revela un aumento preocupante de la informalidad laboral en Bolivia, que afecta principalmente a emprendedores ante un modelo económico desfavorable.

La informalidad laboral en Bolivia ha crecido de 62,4% a 84,2% entre 2005 y 2024, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Expertos como Julio Linares y René Salomón explican que este aumento se debe a un modelo económico que prioriza la creación de industrias estatales en vez de fomentar la iniciativa privada. Esto ha llevado a muchos emprendedores a dejar la formalidad.

Modelo económico y su impacto

Julio Linares, especialista en el tema, sostiene que la creciente informalidad es el resultado directo de un modelo económico centrado en el “capitalismo de Estado”, promovido por el Movimiento Al Socialismo (MAS) durante los últimos 19 años. Linares enfatiza que, en lugar de incentivar la iniciativa privada, se ha apostado por crear industrias estatales que no solo han fracasado en su objetivo productivo, sino que también han generado competencia desleal para los pequeños emprendedores. “Hay inseguridad jurídica y un clima hostil para el emprendimiento. Hacer empresa en Bolivia es solo para héroes”, afirma Linares.

En la actualidad, casi la mitad de los trabajadores formales se encuentra en el sector estatal. El sector privado sigue siendo pequeño y debilitado, con escasa inversión nacional y prácticamente nula inversión extranjera.

Comercio informal en las calles de Santa Cruz / EFE Archivo

Datos sobre la informalidad laboral

En 2005, justo antes del ascenso del MAS, un 62,4% de los trabajadores estaba en la informalidad. Ese año, el análisis por categoría ocupacional muestra que entre asalariados y empleados, el empleo formal representaba más del 30% en todos los años, alcanzando el 35,8% en 2005.

Bolivia se posiciona como el país con el mayor porcentaje de empleo informal en América Latina y el Caribe, con un preocupante 84,9%, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este estudio revela que Bolivia supera ampliamente el promedio regional, seguida por Honduras (82,6%) y Nicaragua (81,8%). En contraste, Uruguay (22,1%) y Chile (27,4%) registran los niveles más bajos de informalidad laboral. Otros países con cifras intermedias incluyen a Argentina (51,2%), México (56,0%) y Colombia (55,9%).

Muchos emprendedores dejan la formalidad / EFE Archivo

Desafíos para la formalización

René Salomón, director de la Fundación Trabajo Empresa, explica que “ser formal en Bolivia es muy complejo. El sistema desincentiva”. Añade que existen demasiadas trabas burocráticas, fiscales y técnicas para formalizar un emprendimiento. Desde la Fundación, promueven que los emprendedores formalicen sus negocios; sin embargo, muchos desisten por el temor al pago de impuestos y a los múltiples requisitos legales.

Salomón recuerda el caso de una emprendedora que producía champús artesanales: “Tuvo que montar un laboratorio completo… y aún así, para sacar un nuevo tipo de champú, tenía que repetir casi todo el proceso”. Estas exigencias desincentivan el espíritu emprendedor. Otro factor que alimenta la informalidad es el contrabando. “Hay una competencia desleal permanente”, señala Salomón.

La creciente informalidad es el resultado directo de un modelo económico / EFE Archivo

Experiencias de emprendedores

Tommy Wende es un emprendedor con experiencia en franquicias internacionales. Hasta hace poco, estaba al frente de La Chapu, una cadena de comida. La Chapu cerró no solo por el incremento de costos, sino también por las regulaciones sobre los negocios formales. “En lugar de ayudar al emprendedor formal, el sistema lo castiga”, señala Wende. Como resultado, muchos optan por operar en negro. “Mirá lo que pasa en El Alto… galpones llenos de mercadería pero una tiendita fachada”, afirma Wende.

A pesar de este panorama, Wende no se da por vencido y planea abrir una nueva franquicia a fin de mes. Para este reporte realizado por El Deber, se consultó al Ministerio de Economía y Finanzas; sin embargo, hasta el cierre no hubo respuesta desde esta cartera estatal. Mientras tanto, los emprendedores continúan buscando alternativas ante las dificultades impuestas por el sistema actual.

Dificultades para abrir un negocio

Según datos del Doing Business Report del Banco Mundial (2020), abrir un negocio en Bolivia puede tardar más de 40 días y requiere alrededor de 14 trámites. Esto resalta las dificultades adicionales que enfrentan aquellos que buscan formalizar sus actividades económicas dentro del país.


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