El estadounidense Robert Prevost ha sido nombrado Papa bajo el nombre de León XIV. Su compromiso con los derechos humanos y la conservación del medioambiente se ha destacado durante su labor en Perú. Prevost, quien también tiene nacionalidad peruana, fue obispo de Chiclayo y misionero en la Diócesis de Chulucanas, donde se enfocó en temas sociales y ambientales.
La nacionalización de Prevost como peruano fue firmada en 2015 por José Luis Pérez Guadalupe, exministro del Interior. Guadalupe recuerda que, en ese año, cuando era ministro del Interior bajo el Gobierno de Ollanta Humala, recibió una solicitud especial: la nacionalización de Prevost. “A él lo nombran obispo de Chiclayo en 2015 y, por ley, para ser obispo tiene que ser peruano o nacionalizado. Yo era ministro del Interior y firmé su nacionalización”, explicó Guadalupe.
Conexión con el exministro
El exministro también destacó su relación con Prevost: “Siempre, al menos las veces que he conversado con él, le he percibido muy reflexivo, muy pensante, escuchaba más que hablaba”. Además, mencionó que Prevost es “muy conciliador, pero (con) las cosas también muy claras”.

Trabajo en Chulucanas
Prevost fue inicialmente destinado a Chulucanas, una diócesis conocida por sus conflictos, especialmente relacionados con la minería ilegal. Allí, comenzó su labor en defensa de los derechos humanos y la protección del medioambiente. Guadalupe subrayó que “Francisco era italiano nacido en Argentina y dominaba los dos mundos. Aquí podemos hablar hasta de tres mundos: nació en Estados Unidos, estudió en Roma y pasó 40 años de misionero en Perú”.
Cambio en la diócesis de Chiclayo
En Chiclayo, existía una tradición de obispos del Opus Dei, y el Papa Francisco buscaba transformar esa situación. El cambio llegó con Prevost, quien trabajó intensamente en temas de derechos humanos y medioambiente junto a su congregación de los agustinos. Guadalupe considera que su nombramiento es parte de los cambios que implementó el Papa Francisco.
Contexto del nombramiento
La diócesis de Chiclayo ha estado bajo el control del Opus Dei durante décadas. Este cambio es similar al que realizó Francisco en el Arzobispado de Lima, donde nombró a Carlos Castillo, un discípulo de Gustavo Gutiérrez. Castillo reemplazó a José Luis Cipriani, el primer cardenal del Opus Dei, quien hoy está señalado por una investigación periodística relacionada con abusos sexuales.