El Tribunal Agroambiental ha dado luz verde al funcionamiento del relleno sanitario de K’ara K’ara por un periodo de siete meses, revocando una prohibición que había sido impuesta anteriormente.
Esta decisión incluye la sugerencia de establecer mesas de diálogo que se enfoquen en el cierre técnico y el saneamiento ambiental del botadero, que se encuentra en Cochabamba.
La medida fue adoptada de manera excepcional y se refiere específicamente a la macrocelda M2 – 3. Además, se ha instado a la juez agroambiental de Cochabamba a que se instalen mesas de diálogo que permitan encontrar soluciones definitivas al conflicto relacionado con la clausura y el cierre técnico-sanitario del botadero.

Declaraciones del presidente del Tribunal
“Primero, se deja sin efecto la prohibición dispuesta por la jueza agroambiental porque es una medida desproporcionada. Segundo, se insta a la autoridad agroambiental a que se instalen las mesas técnicas de diálogo condicionadas a que se cumplan los acuerdos y convenios con la zona de sacrificio ambiental”, expresó Cristhian Méndez, presidente del Tribunal Agroambiental.
El plazo de siete meses comenzará a contarse desde la notificación de la resolución para utilizar el botadero de K’ara K’ara. Durante este tiempo, se deben llevar a cabo el cierre, la clausura y el saneamiento ambiental del lugar.
Compensación a la zona afectada
“La mesa de diálogo debe tratar la compensación a la zona de sacrificio ambiental porque lleva cargando la responsabilidad hace varios años”, detalló Méndez.
Una vez transcurridos los siete meses, no se permitirá la entrada de ningún residuo sólido a K’ara K’ara.

Emergencia ambiental en Cochabamba
El martes 6 de mayo de 2025, el Consejo Metropolitano Kanata declaró la región en emergencia ambiental debido a la acumulación de basura. Esto ocurrió después de que la capital cochabambina estuviera más de diez días acumulando residuos en las calles, tras la decisión judicial de cerrar K’ara K’ara.
El lunes 5 de mayo de 2025, el conflicto por la basura escaló a niveles muy violentos. Los carros recolectores de Cercado intentaron ingresar a Cotapachi, donde cinco funcionarias fueron retenidas por varias horas, sufriendo agresiones, robos y cortes de cabello. Además, una veintena de trabajadores también fue víctima de agresiones durante este incidente.