Un grupo de choque agredió a la periodista Paola Cadima y al camarógrafo Juan Rodo Adrián mientras realizaban una cobertura informativa sobre el conflicto relacionado con el traslado de residuos sólidos en Cotapachi, Quillacollo, el 5 de mayo de 2025.
La Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) y el Círculo de Mujeres Periodistas de La Paz manifestaron su repudio ante este ataque. Según los reportes, mientras Paola Cadima cumplía con su labor periodística, fue agredida por un grupo que actuó con la intención de intimidarla y silenciarla.
Detalles de la agresión
A pesar de identificarse como periodista, Cadima fue golpeada, tocada en sus partes íntimas, despojada de sus equipos y sufrió un desmayo debido a la agresión. El camarógrafo Juan Rodo Adrián también resultó con lesiones durante el ataque.
Violación de derechos humanos
Este ataque representa una vulneración a los derechos humanos y a la integridad de una mujer periodista. Además, constituye una agresión directa al derecho a la información y a la libertad de prensa. La violencia se intensificó cuando Paola intentaba proteger a dos mujeres que clamaban por ayuda en quechua; no solo fue golpeada, sino que también fue objeto de violencia sexual.
Denuncia de violencia sistemática
Se denuncia el uso sistemático de la violencia como una forma de intimidación contra la prensa, especialmente contra las mujeres periodistas. Estas enfrentan agresiones específicas que combinan represión con castigo simbólico por atreverse a informar y visibilizar realidades.
Demandas al Estado boliviano
Las organizaciones exigieron al Estado boliviano y a las autoridades competentes una investigación inmediata, así como la identificación y sanción ejemplar de los responsables del ataque. También demandaron reparación integral del daño sufrido por la periodista y su camarógrafo, tanto física como psicológicamente.
Recomendaciones de la CIDH
Además, se solicitó el cumplimiento de recomendaciones de misiones especiales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre medidas urgentes para proteger a periodistas y diseñar políticas públicas eficaces que prevengan la violencia contra la prensa.
Consecuencias de la impunidad
La impunidad envía un mensaje claro: es posible silenciar con violencia y castigar la voz informada. Esto es inaceptable; la violencia no puede ser el precio por informar.
