Después de recuperar el apoyo de la sociedad, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, está considerando disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas para este otoño boreal, según fuentes cercanas a su círculo íntimo. Esta deliberación surge tras un aumento en su popularidad debido a su regreso a la prominencia internacional.
El líder francés ha consultado a figuras de su círculo cercano en las últimas semanas sobre la posibilidad de disolver el Parlamento. Las conversaciones son meramente consultivas y no se ha tomado ninguna decisión definitiva. Las próximas elecciones legislativas no están previstas hasta 2029. Una de las opciones que se barajan es esperar hasta el año que viene antes de disolver el Parlamento para celebrar elecciones legislativas al mismo tiempo que una votación municipal prevista para 2026.
Estabilidad política en riesgo
Una persona cercana a Macron dijo hoy que la intención del presidente no ha cambiado. La estabilidad que ha mantenido Francia desde diciembre podría estar amenazada. Macron sufrió unas elecciones en julio que fracturaron la Asamblea Nacional, dejándola sin ningún grupo con mayoría, lo que desencadenó meses de caos político.
Posibles consecuencias de elecciones anticipadas
Si se adelantan las elecciones legislativas, podrían tener un efecto contrario al esperado. Existe la posibilidad de que la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, el mayor partido del Parlamento, aproveche su impulso y obtenga el control del gobierno. Esto podría ser un riesgo significativo para Macron y su administración.
Macron en el escenario internacional
Macron ha estado recorriendo el continente europeo en un esfuerzo por liderar una respuesta a los movimientos geopolíticos del presidente Donald Trump, que han sacudido a los aliados de Estados Unidos en todo el mundo. El regreso de la política entre grandes potencias ha brindado a Macron la oportunidad de reunir a aliados que buscan apoyar a Kiev e impulsar la soberanía europea.
Aumento en la popularidad de Macron
/ EFE / MOHAMMED BADRA Archivo
Los votantes franceses han acogido con satisfacción el regreso de Macron al centro de atención internacional, lo que ha elevado sus índices de aprobación desde un mínimo histórico. Una encuesta de Ifop para Ouest-France mostró que su popularidad subió al 31% en marzo, siete puntos más que el mes anterior y cerca del nivel anterior a las elecciones parlamentarias del año pasado.