La superficie de agua en la cuenca amazónica ha estado por debajo de la media histórica en nueve de los últimos 11 años desde 2012. Esto indica una pérdida anual de agua superficial, resultado de los efectos negativos de la crisis climática, según un nuevo estudio.
Este análisis fue realizado por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (Raisg) y MapBiomas. Además, subraya un aumento en la intensidad de los eventos climáticos en la región. También se ha observado una reducción de más del 51.2% de la superficie de los glaciares en Ecuador, Perú y Bolivia entre 1985 y 2023.
Impacto de la acuicultura y minería
El estudio destaca que la acuicultura y la minería son las actividades humanas que más han crecido entre 2000 y 2023. A pesar de que estas dos actividades ocupan solo el 0.6% y el 0.03% de la superficie total, han provocado «impactos localizados relevantes».
Comportamiento del agua en la región
En cuanto al comportamiento histórico del agua, los hallazgos muestran que no hay un patrón homogéneo entre los ejes ecuatoriales. En el Norte, se han registrado en ciertos meses tendencias positivas, con subidas del nivel hídrico de más del 25%. Sin embargo, en el Sur, se han observado pérdidas de hasta el 6.1%.
Distribución del agua en biomas
En términos de distribución de agua en el territorio, el bioma amazónico concentra el 93% del agua superficial de la región. Le sigue el Cerrado, que representa el 5%, una sabana que se extiende por Brasil, Bolivia y Paraguay, y la región andina, que abarca el 1.2%.
Impactos en diferentes regiones
El Cerrado es el bioma con mayor proporción de superficie de agua afectada por actividades humanas, con un 42%. La zona andina es la más impactada por la minería y la acuicultura, mientras que la amazónica es la que presenta la mayor extensión de agua relacionada con actividades humanas.
Esta información permite entender que los impactos no se limitan solo a la región Sur, sino que también afectan a la región Norte de la Amazonía. Según Marlene Quintanilla, investigadora en Fan Bolivia, «esta interconectividad hace que los impactos no estén solo localizados en áreas con más presiones, sino que también afectan áreas más conservadas».