El Gobierno de Luis Arce ha contraído una deuda que asciende a al menos 5.707 millones de dólares durante el año 2024. Esta cifra fue brindada por el economista José Gabriel Espinoza, en una entrevista con Brújula Digital, quien advierte que el monto podría ser aún mayor. Esto se debe a la falta de actualización de datos y a la escasa transparencia en la administración de los recursos públicos.
Espinoza indica que el Banco Central de Bolivia ha sido la principal fuente de financiamiento, proporcionando más de 4.095 millones de dólares al Tesoro General del Estado. Esta situación genera presiones inflacionarias y afecta el acceso al crédito en el país, complicando aún más la situación económica.
Falta de transparencia
El economista también criticó la falta de transparencia en la gestión de los recursos públicos. Afirmó que el Ministerio de Economía aún no ha publicado las cifras fiscales correspondientes a 2024. Según su opinión, esta falta de información parece ser una estrategia para ocultar la gravedad del déficit fiscal y la administración de las finanzas estatales.
Proporción de la deuda
En términos de proporción del Producto Interno Bruto (PIB), Espinoza advirtió que, en un escenario optimista donde el PIB alcanzara 46.700 millones de dólares en 2024, la deuda representaría al menos un 12% del total. Esta situación es preocupante, ya que Bolivia ha acumulado doce años consecutivos de déficit fiscal.
Créditos solicitados
Desde noviembre de 2020, el Gobierno de Arce ha solicitado más de 12.600 millones de dólares en créditos al Banco Central. Para poner esto en perspectiva, solo en 2024 se ha pedido un 40% más de financiamiento que durante toda la pandemia de Covid-19. Esta tendencia plantea serias inquietudes sobre la sostenibilidad de la deuda pública.
Impacto en la economía
Estos préstamos generan presiones inflacionarias y afectan la disponibilidad de liquidez en el sistema financiero. Esto, a su vez, restringe el acceso al crédito y eleva las tasas de interés tanto para familias como para empresas. La falta de información sobre las obligaciones con proveedores también contribuye a una visión incompleta del estado financiero del país.
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