Un terremoto de magnitud 7.7 sacudió Birmania el 28 de marzo de 2024. Este sismo ha dejado un saldo devastador de 1.644 muertos, 3.408 heridos y 139 desaparecidos, según informes de la junta militar que ha estado en el poder desde el golpe de Estado en 2021. El epicentro del sismo se localizó entre las ciudades de Sagaing y Mandalay, donde más de 2.600 edificios han colapsado. La situación se complica aún más debido al conflicto armado en el país y al estado de emergencia declarado en seis regiones.
Desde Mandalay, un trabajador de un grupo de rescate local compartió con EFE las dificultades que enfrentan en las labores de rescate. «Llevamos más gente al cementerio que al hospital», afirmó. «Nuestros equipos básicamente se dedican a sacar cuerpos sin vida de los escombros. Hoy, solo uno de ellos ha recuperado 30 cadáveres», añadió. La junta militar ha advertido que la cifra de fallecidos podría aumentar en las próximas horas.
Situación en Sagaing
La región de Sagaing, donde se localizó el epicentro, es uno de los bastiones rebeldes más importantes del país, con guerrillas de minorías étnicas y fuerzas populares de defensa (PDF). El conflicto armado y los daños a la infraestructura causados por el sismo están dificultando las operaciones de rescate y la distribución de ayuda humanitaria. El Movimiento de Desobediencia Civil ha alertado sobre el aislamiento en las zonas rebeldes.
«Sagaing está muy afectada, pero la gente allí no tiene acceso a internet. La junta cortó el acceso en muchos lugares», indicó un portavoz del movimiento. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), alrededor de 3.5 millones de personas se encuentran desplazadas en Birmania, donde el Ejército no controla gran parte del territorio.

Ayuda internacional solicitada
La junta militar ha hecho una inusual petición de ayuda internacional tras declarar el estado de emergencia, con China, India y Rusia entre los primeros países que podrían ofrecer asistencia. La ONU ha informado que movilizará 5 millones de dólares a través de sus distintas agencias en Birmania, mientras que la Unión Europea ha anunciado 2.5 millones de euros en ayuda.
Movilización de ONG
Varias organizaciones no gubernamentales (ONG) también están movilizándose en el terreno. «Hemos escuchado que han llegado grupos de ayuda a Birmania, pero no hemos visto a ninguno todavía», afirmó un rescatista en Mandalay. El relator de Naciones Unidas para Birmania advirtió que el régimen utiliza la ayuda militar como «arma» y pidió que esta se canalice a través de la oposición democrática.
Continúan los bombardeos
El Gobierno de Unidad Nacional (NUG) ha indicado que el Ejército ha continuado los bombardeos en zonas rebeldes a pesar de la tragedia natural. Los ataques incluyen bombardeos en Sagaing y en el estado Shan, ambos afectados por el sismo. El terremoto también se sintió en países vecinos como China, India y Tailandia, donde se derrumbó una torre en construcción con decenas de personas atrapadas.