La escasez de combustible ha llevado a la pérdida de más de 4.000 kilos de peces en el trópico de Cochabamba. Esta situación ha sido confirmada por Edwin Cruz, quien es el máximo ejecutivo de los piscicultores de la región.
Los productores están enfrentando serias dificultades para mantener la oxigenación en las piscinas donde crían tambaquí. Esto se debe a que sus equipos no están funcionando, lo que ha resultado en reportes de muertes de peces en áreas como Chimoré.
Problemas de oxigenación
Cruz explicó que el combustible es esencial para la maquinaria y los equipos que se utilizan para oxigenar las piscinas donde se crían los peces. “Necesitamos reforzar la oxigenación de los peces mediante el movimiento del agua. Sin el paso de los rayos del sol, la oxigenación se reduce a cero. Por lo tanto, es fundamental mover el agua y utilizar estos equipos”, señaló el ejecutivo.
La falta de combustible convierte esta situación en algo insostenible. Los afiliados al sector ya han comenzado a reportar pérdidas significativas. Otros actores de la industria han indicado que las pérdidas podrían estar alrededor de 4.000 toneladas. “He recibido reportes, por ejemplo, de Chimoré, en la zona baja, donde se han perdido peces grandes”, añadió Cruz.
Señales de alarma en los peces
Cuando los peces carecen de oxígeno, comienzan a boquear, es decir, hacen movimientos con la boca que indican una falta de aire. Esta es una señal de alarma que los productores han estado advirtiendo. “Si los equipos destinados a la oxigenación no funcionan, los peces pueden morir en cuestión de pocas horas. Esto representa una gran pérdida para los productores piscícolas”, lamentó el dirigente.