Iván Lima Magne presentó su renuncia el 26 de septiembre como ministro de Justicia del gobierno de Luis Arce. Reconoció que su mala relación con la Asamblea Legislativa era un obstáculo para la gobernabilidad del país.
Su salida ocurrió en un momento de tensiones políticas en La Paz, donde Evo Morales había amenazado con bloquear carreteras. Esto generó diversas especulaciones sobre el futuro de Lima en el ámbito judicial.
Razones de la renuncia
Lima admitió que “yo creo que soy un problema para la gobernabilidad de este país, mi relación con la Asamblea Legislativa es muy mala”. En los días de mayor tensión política y social, presentó su renuncia irrevocable, la cual fue aceptada por el jefe de Estado.
Después de su alejamiento, surgieron varias conjeturas sobre las razones detrás de su decisión. Sin embargo, Lima aclaró que no renunció para evitar bloqueos ni porque se le ofreciera un nuevo cargo.
“Yo no soy el titular de la acción penal (contra Evo Morales) en este momento, no voy a ser fiscal general, no aceptaría que se me designe por decreto supremo y tampoco he participado en el proceso”, subrayó Lima en una entrevista con El Deber Radio.
Conflictos con la Asamblea
Para Lima, la mala relación con el Legislativo fue su talón de Aquiles. Recordó que “lo peor” que le ocurrió como ministro fue que la Asamblea rechazó su proyecto de ley sobre la imprescriptibilidad del delito de violación a niños, niñas y adolescentes.
“Me dijeron varios diputados que si era otro ministro el que llevaba el proyecto de ley, se aprobaba la norma”, pero el proyecto fue rechazado en Diputados y “el motivo fue que no se llevaban bien conmigo”.
Esta situación representaba un problema para el Presidente Arce, quien ha reclamado constantemente al Legislativo la aprobación de créditos internacionales por más de 1,000 millones de dólares. Lima señaló: “Teniendo un ministro de Justicia que tiene tan mala relación con la Asamblea, solo iba a representar un problema”.
Reacciones políticas
Desde el Parlamento, tanto la oposición como los “evistas” aplaudieron su renuncia y desaprobaron su gestión. En este contexto, durante la noche de posesión del nuevo ministro de Justicia, Lima descartó cualquier posibilidad de regresar como fiscal general del Estado.
Cuando asumió como ministro en 2020, Lima buscó realizar una reforma judicial convocando a abogados notables y expertos juristas. Sin embargo, esta iniciativa encontró resistencia desde el Legislativo debido a la percepción negativa hacia exautoridades vinculadas a gobiernos anteriores.
Desafíos en la reforma judicial
Los masistas argumentaron que no se podía excluir a las organizaciones sociales del proceso reformista. Lima reflexionó sobre cómo “la posibilidad de diálogo es vista como algo malo dentro de la política boliviana”.
Reconoció que al intentar incluir diferentes visiones en una mesa de trabajo no midió las repercusiones políticas. Calcula que si su propuesta hubiera avanzado sin ser vetada por ideologías, podría haberse cambiado el modo actual de elección de magistrados.
Responsabilidad de Evo Morales
Finalmente, Lima identificó al expresidente Evo Morales como responsable del bloqueo a sus iniciativas: “Una persona tuvo la capacidad de bloquear esa iniciativa… La Justicia tiene que reformarse con un gran acuerdo nacional y hay personas que no creen en esto”.
