Lima fue el escenario del III Encuentro de Gremios y Cámaras Sudamericanas, un evento crucial en la lucha contra el comercio ilícito en la región. El encuentro concluyó con la creación del Consejo de Gremios y Cámaras Sudamericanas de Lucha contra el Contrabando, que se compromete a desarrollar estrategias conjuntas para fortalecer la colaboración regional ante los gobiernos.
Este consejo está integrado por la Cámara Nacional de Industrias de Bolivia (CNI), la Sociedad Nacional de Industrias de Perú (SNI) y la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC).
Las primeras jornadas de trabajo estuvieron enfocadas en identificar y enfrentar los desafíos del comercio ilícito. Felipe James, presidente de la SNI; José Pakomio, presidente de la CNC, y Gonzalo Morales, vicepresidente de la CNI, cerraron el encuentro al leer el documento que establece la conformación del nuevo consejo.
Durante el segundo día, se llevó a cabo el seminario «Comercio Ilícito y Crimen Organizado: Desafíos Regionales», en el que expertos de diferentes sectores discutieron el preocupante fenómeno del contrabando en Sudamérica, que se ha incrementado al combinarse con actividades ilegales como el narcotráfico y la minería ilegal.
Pilar Lizana, investigadora de Athena Lab y experta en criminalidad organizada internacional, presentó las rutas actuales del contrabando en la región y su relación con el corredor bioceánico que une a Argentina, Paraguay, Perú, Bolivia y Chile. Según Lizana, la geografía de Bolivia, junto con la falta de controles efectivos y precios competitivos, la han convertido en un hub de operaciones ilícitas.
Un estudio presentado durante el seminario reveló que el contrabando de cigarrillos y ropa usada opera en redes criminales que siguen rutas comunes y métodos violentos similares a los empleados por organizaciones delictivas a lo largo del eje Bolivia-Puno-Lima.
Rubén Vargas, exministro del Interior peruano y autor del informe «Contrabando y tráfico de cigarrillos y ropa usada: economías ilegales y amenazas a la seguridad», explicó que estas actividades ilícitas son gestionadas por redes que utilizan la violencia para proteger sus operaciones, incluido el uso de trabajo forzoso y trata de personas.
Felipe James subrayó que el comercio ilícito no solo afecta la economía, sino que también representa una grave amenaza a la seguridad nacional. La frontera entre Perú y Bolivia es vista como la más permeable de Sudamérica, exponiendo al país a un contrabando de oro ilegal que, según James, alcanza cifras alarmantes en valor económico.
Desde Chile, José Pakomio destacó la urgencia de institucionalizar la cooperación entre los países sudamericanos para enfrentar el comercio ilegal, mejorar los controles fronterizos y desarticular bandas criminales. Gonzalo Morales, por su parte, enfatizó que el contrabando en Bolivia representa un significativo 8% del PIB, lo que se traduce en pérdidas fiscales superiores a 865 millones de dólares anuales.
El encuentro reunió además a figuras clave como el viceministro de MYPE e Industria de Perú, César Quispe, y el jefe de la Policía Nacional del Perú, Nilton Santos Villalta, quienes también discutieron estrategias para combatir el comercio ilícito.