Con 66 años de edad y una familia que mantener, don Hugo Conde Mamani ha enfrentado numerosos desafíos en los últimos años. Su taller de carpintería, ubicado en la Final Velasco Galvarro en la zona Sur de la ciudad de Oruro, ha estado prácticamente vacío durante varias semanas. Sin embargo, durante el último fin de semana de agosto, logró conseguir un pequeño contrato que le brindó un poco de alivio.
La suerte y la fortuna no siempre han estado de su lado. Los trabajos en su oficio han disminuido notablemente, llegando incluso a pasar semanas sin tener ninguno. Pero su situación se ha vuelto aún más difícil con el reciente incremento en el costo de la materia prima y los insumos necesarios para su trabajo.
La escasez de diésel y la falta de dólares afectan a los carpinteros
«Lamentablemente, debido a la escasez de diésel y la falta de dólares, los precios de las cosas han aumentado considerablemente. La madera, el barniz, el sellador, todo es difícil de conseguir. Muchos carpinteros, incluyéndome a mí, nos encontramos sin trabajo… No tengo horarios fijos, estoy en mi taller desde las 4 o 5 de la mañana. He sido carpintero desde los 10 años, y ahora, después de mucho tiempo, he conseguido un pequeño contrato para pintar puertas en Chiripujio. Pero tuve que hacer fila durante dos días para comprar gasolina, nunca había pasado esto», compartió don Hugo.
Al igual que muchos otros en su rubro, don Hugo tuvo que despedir a sus tres operarios hace dos años. Debido a la falta de empleo, ellos emigraron a otros países en busca de oportunidades. Desde entonces, don Hugo ha tenido que trabajar solo, ya que, a pesar de su avanzada edad, no puede permitirse contratar a nadie. Cuando consigue un trabajo, su esposa e hijos le brindan un poco de apoyo, pero aún así, la remuneración no alcanza para cubrir todas sus necesidades.
«Llevo mucho tiempo en este oficio y desearía que se solucionara el problema del dólar y el combustible. Esto nos está afectando enormemente, ya que apenas conseguimos trabajo. Me muevo constantemente para buscar oportunidades, pero la situación es difícil para todos los sectores», agregó don Hugo.
La competencia desleal y la escasez de materia prima agravan la situación
Desde hace años, los carpinteros en Bolivia se han enfrentado a la competencia de los muebles chinos, lo cual ha dificultado aún más su situación. Además, la escasez de materia prima y el aumento gradual de los precios desde principios de 2024 han empeorado su situación, ya que muchas veces no logran cubrir sus necesidades básicas.
En nombre de su sector, don Hugo pide a las autoridades nacionales que intervengan para encontrar soluciones a los problemas del incremento de los materiales, la falta de empleo y la competencia desleal. En febrero de 2024, los carpinteros a nivel nacional solicitaron medidas como frenar el contrabando de muebles de baja calidad provenientes de Asia, aplicar aranceles a esta actividad y controlar los productos. Ahora, también se necesitan políticas para contrarrestar la escasez de combustible y la falta de dólares en Bolivia.
