La estructura de la Tierra siempre ha sido utilizada como modelo para estudiar los exoplanetas. Sin embargo, un estudio liderado por la catedrática Carlonine Dorn de la Escuela Politécnica Federal ETH de Zúrich revela que los planetas fuera del Sistema Solar son mucho más complejos de lo que se pensaba.
Los exoplanetas conocidos están ubicados cerca de sus estrellas, lo que los convierte en mundos calientes con océanos de magma fundido. Estos océanos aún no se han enfriado lo suficiente como para formar un manto sólido de lecho rocoso de silicatos, similar al de la Tierra.
El misterio de la distribución del agua en los exoplanetas
Uno de los aspectos más intrigantes es cómo se distribuye el agua entre los silicatos y el hierro en el interior de estos planetas. Según Dorn, «el núcleo de hierro tarda en desarrollarse y una gran parte del hierro está inicialmente contenida en la sopa de magma caliente en forma de gotitas». El agua presente en esta sopa se combina con las gotitas de hierro y se hunde hasta el núcleo.
El estudio revela que cuanto más grande es el planeta y mayor es su masa, más tiende el agua a integrarse en el núcleo junto con las gotitas de hierro. Debido a la presión, el agua ya no adopta la forma de moléculas de H2O, sino que se encuentra en forma de hidrógeno y oxígeno.
El impacto en la astronomía y la vida en otros planetas
Estos nuevos hallazgos tienen importantes implicaciones para la astronomía, ya que podrían haber subestimado drásticamente el volumen de agua en el interior de los exoplanetas al calcular su peso y tamaño. Según Dorn, «los planetas son mucho más ricos en agua de lo que se creía».
Conocer cómo se distribuye el agua en los planetas es fundamental para comprender cómo se forman y desarrollan. El estudio sugiere que el agua que se ha hundido en el núcleo permanece atrapada allí, mientras que el agua disuelta en el océano magmático del manto puede desgasificarse y subir a la superficie durante el enfriamiento. Por lo tanto, si se encuentra agua en la atmósfera de un planeta, es probable que haya mucha más en su interior.
Esto tiene implicaciones en la búsqueda de vida en otros planetas. Aunque el agua es una condición previa para el desarrollo de la vida, se creía que las supertierras, planetas con una masa varias veces superior a la de la Tierra y una superficie cubierta por un océano profundo, no podrían albergar vida debido a una capa de hielo exótico a alta presión. Sin embargo, este estudio sugiere que incluso los planetas con un contenido de agua relativamente alto podrían tener el potencial de desarrollar condiciones de habitabilidad similares a las de la Tierra.