México y Brasil se destacan como los principales países latinoamericanos en la producción de metales fundidos a nivel mundial. A pesar de los desafíos que enfrentó la industria durante la pandemia de coronavirus, ambos países continúan siendo clave en términos de producción industrial.
Según la Confederación Nacional de la Industria de Brasil (CNI), la producción de metales fundidos emplea a casi 230,000 personas a través de cerca de 3,000 empresas en Brasil, lo que representa el 3.1% del PIB industrial brasileño.
En México, se espera que el sector experimente un crecimiento del 3% para el año 2024. Esto se debe en parte a la relocalización de empresas, lo que ha generado inversiones por valor de 1,800 millones de dólares en la industria, compuesta por 1,000 empresas.
El impacto del «nearshoring» en México
La estrategia de «nearshoring» ha impulsado el crecimiento de la industria de la fundición en México. Según la Fundición de Metales en México, se ha alcanzado anticipadamente la meta de inversión de 1,800 millones de dólares, originalmente prevista para 2026. Se proyecta un incremento adicional de hasta el 50%.
Esta industria es fundamental para la cadena productiva de la manufactura de metales, generando más de 65,000 empleos directos y otros 205,000 empleos indirectos en productos ferrosos y no ferrosos para diversos sectores manufactureros del país, especialmente la industria automotriz, que depende en un 63% de la fabricación de metales fundidos.
Desafíos y oportunidades
A pesar de los logros, la industria de la fundición enfrenta desafíos. Existe un déficit del 62% en personal especializado, especialmente ingenieros y técnicos en mecatrónica. Se busca crear nuevos cuadros de especialistas para satisfacer las demandas de la industria.
Además, la competencia en el mercado internacional, especialmente por parte de países como China, Turquía e India, que ofrecen precios hasta un 30% más bajos, representa un desafío. Sin embargo, México destaca por sus tiempos de entrega más cortos, aproximadamente dos meses en comparación con los seis a ocho meses de otros destinos, lo que le otorga una ventaja competitiva.
Fuente: EFE
