Japón celebró el jueves 15 de agosto el 79 aniversario de su rendición en la Segunda Guerra Mundial con una ceremonia en honor a las víctimas. Más de 4.000 familiares de los fallecidos asistieron a la ceremonia en Tokio, organizada por el gobierno japonés para honrar a los aproximadamente 2,3 millones de personas del personal militar nipón y 800.000 civiles japoneses que perdieron la vida durante el conflicto.
En la ceremonia, se enviaron mensajes de pacifismo y defensa del orden internacional. El jefe del Gobierno japonés, Fumio Kishida, participó en el acto por tercera vez y pronunció un discurso donde destacó los esfuerzos de Japón por mantener un orden internacional libre y abierto basado en el Estado de derecho. No hizo mención a la agresión bélica japonesa en Asia, siguiendo el ejemplo de sus predecesores inmediatos, Yoshihide Suga y Shinzo Abe.
El emperador Naruhito expresa remordimiento por el papel de Japón en el conflicto
El emperador Naruhito y la emperatriz Masako también estuvieron presentes en el acto. El emperador expresó su «profundo remordimiento» por el papel de Japón en el conflicto internacional, al igual que en años anteriores. Durante el acto, el emperador reflexionó sobre el pasado y expresó su deseo de que los estragos de la guerra nunca se repitan.
La importancia de preservar las lecciones del conflicto
Según el Ministerio de Sanidad, Bienestar y Trabajo japonés, menos de la mitad de los asistentes al evento nacieron después de la guerra. Esto resalta la necesidad de preservar y transmitir las lecciones del conflicto a medida que la generación que lo vivió envejece.
Conmemoración anual y los bombardeos atómicos
La ceremonia se lleva a cabo anualmente el 15 de agosto, coincidiendo con el histórico mensaje de rendición del entonces emperador Hirohito, retransmitido a través de la radio nacional. Esta fecha está motivada en gran medida por los bombardeos atómicos del 6 y 9 de agosto de 1945 contra Hiroshima y Nagasaki.
Fuente: EFE