Un grupo de investigadores argentinos ha desarrollado una innovadora solución para proteger el suelo durante la extracción de petróleo en los yacimientos. Se trata de una manta llamada BIOmanta, fabricada con materiales naturales y reutilizable, que evita la propagación de llamas en caso de incendio. Este producto ha sido desarrollado por la empresa Emerald en colaboración con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina y la Universidad de Buenos Aires (UBA).
La BIOmanta, creada por la física Silvia Goyanes y su equipo de investigadores, está hecha de biopolímeros y ofrece una estructura no tejida con una porosidad adecuada. Esto significa que es un material continuo sin desperdicio, amigable con el medioambiente y de origen natural. La manta se coloca sobre el área de extracción y absorbe cualquier derrame de hidrocarburos, evitando así la contaminación del suelo. Posteriormente, la manta se retira y se incinera, sin liberar gases tóxicos ni generar residuos adicionales.
Beneficios económicos y ambientales
La BIOmanta ofrece ventajas tanto económicas como ambientales. En comparación con las mantas tradicionales, esta solución es más liviana, lo que reduce la cantidad de material necesario para su incineración. Además, no libera gases tóxicos durante este proceso. Esto no solo disminuye los costos de transporte, almacenamiento y disposición final, sino que también minimiza el impacto ambiental de la industria petrolera en Argentina.
Optimización de la eficiencia y los costos
Si bien la industria petrolera en Argentina ya cuenta con proveedores de mantas oleofílicas, la necesidad de optimizar la relación entre eficiencia y costos es fundamental para reducir el impacto ambiental de manera económica. La capacidad de absorción de hidrocarburos de la BIOmanta en relación a su peso es un factor clave en este sentido. Cuanto mayor sea esta capacidad, menor será el costo asociado al transporte, almacenamiento y disposición final de los residuos.
En resumen, la BIOmanta desarrollada por investigadores argentinos ofrece una solución sostenible y eficiente para proteger el suelo en yacimientos de petróleo. Su fabricación con materiales naturales, su reutilización y su capacidad de absorción de hidrocarburos la convierten en una alternativa prometedora para minimizar el impacto ambiental de la industria petrolera en Argentina.
