Un estudio realizado por la Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social (Latindadd) revela que Bolivia ha sufrido daños económicos por un total de 2.054 millones de dólares entre los años 2000 y 2022, como consecuencia de eventos climáticos extremos.
Estos eventos incluyen sequías, inundaciones y granizo, los cuales han generado la necesidad de recurrir al endeudamiento externo para hacer frente a las consecuencias en términos de vidas humanas, desplazamientos, biodiversidad y recursos naturales.
El círculo vicioso del endeudamiento externo y los daños ambientales
Según la investigación de Latindadd, Bolivia se encuentra atrapada en un círculo vicioso donde el endeudamiento externo se utiliza para financiar actividades extractivas que generan daños ambientales. Esta situación afecta principalmente a las poblaciones más vulnerables del país, exacerbando los impactos negativos de los eventos climáticos extremos en diversos sectores económicos.
Los incendios, las inundaciones y las granizadas como principales eventos adversos
Entre los años 2013 y 2022, los incendios han sido el evento adverso más común en Bolivia, representando el 31% de los casos registrados. Le siguen las inundaciones con un 23% y las granizadas con un 15%. Estos fenómenos climáticos extremos han provocado pérdidas significativas en infraestructura, riqueza y capital en el país, además de afectar la calidad y cantidad de agua disponible, la seguridad alimentaria y la salud de la población.
La relación entre el extractivismo y la deuda externa
La minería, la agroindustria y otras actividades extractivas no solo impactan negativamente en el medioambiente y las comunidades locales, sino que también generan deudas adicionales debido a los efectos ambientales que provocan. Esta relación entre la deuda, el clima y el extractivismo plantea desafíos importantes para Bolivia en términos de sostenibilidad ambiental y bienestar social a largo plazo.
La dependencia del endeudamiento externo para enfrentar las consecuencias
El estudio destaca que los daños económicos causados por eventos climáticos extremos han llevado a una mayor dependencia del endeudamiento externo para hacer frente a las consecuencias. Esto pone en evidencia la necesidad de buscar soluciones sostenibles que reduzcan la vulnerabilidad del país ante estos eventos.
Riesgos para la población boliviana
Además de los impactos económicos, la desaparición de ecosistemas naturales y los problemas respiratorios y de salud asociados con estos fenómenos climáticos representan riesgos significativos para la población boliviana. Es fundamental tomar medidas para proteger la salud y el bienestar de las personas frente a estos desafíos climáticos.