En un partido de bádminton de los Juegos Olímpicos de París, la seguridad expulsó a un aficionado que mostraba una pancarta verde con la frase «Vamos Taiwán». Esta acción ha generado indignación en las autoridades de la isla y ha vuelto a poner en relieve las complejas reglas que obligan a Taiwán a competir bajo el nombre de «China Taipéi».
A pesar de que el nombre oficial de Taiwán es «República de China», Beijing considera a esta isla democrática y autónoma como parte de su territorio. China se opone firmemente a cualquier reconocimiento de Taiwán como una nación separada, incluso en el ámbito deportivo. Como resultado de un acuerdo político, Taiwán compite en los Juegos Olímpicos como «China Taipéi», pero no puede usar su propio nombre, bandera o himno.
Indignación y condena por parte de Taiwán
Según informes de Reuters, el espectador fue retirado a mitad del partido mientras gritaba. La pancarta que llevaba era verde, un color utilizado por el Partido Progresista Democrático que gobierna en la isla, así como por quienes abogan por la independencia y una mayor autonomía de Taiwán. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán condenó enérgicamente este acto, calificándolo como violento y dañino para el espíritu civilizado de los Juegos Olímpicos, el estado de derecho y la libertad de expresión.
Acciones tomadas por Taiwán ante el incidente
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán ha ordenado a su enviado en Francia informar del incidente a las fuerzas del orden y buscar la ayuda de las autoridades francesas para prevenir futuros incidentes violentos de este tipo. Se espera que se tomen medidas para garantizar la seguridad y el respeto hacia Taiwán durante los Juegos Olímpicos.