Por: Alvaro Maldonado
Hace un par de meses me andaba preguntando hasta donde llegaría (el modelo productivo, comunitario y etc., etc.), a explotar porque no tenía un sostenimiento real y la política del gobierno es más de un bombero, que la de un tipo que debe llevar la economía de una manera más ecuánime. Hemos llegado a lo que en algún momento hablando con entendidos me decían que hasta julio estaríamos donde estamos.
Pero bueno, yo ponerme a opinar sobre algo que quema no me compete directamente, lo que si me preocupa es que un factor que si está afectando a la economía del país es el abastecimiento de combustibles fósiles, ¿básicos para el desarrollo productivo y el transporte de los bolivianos?, y aquí es donde si debo opinar. El transporte de aquí hasta hace un buen decenario que ha pasado y no existe una política seria para la modernización, re ordenamiento y educación en este tema que afecta a usuarios y conductores.
Obvio que hay factores que si afectan si se hiciesen estos cambios, los dueños de micros, trufis y colectivos no quieren sentarse en una movilidad moderna porque eso les significa despedirse de muchos beneficios que ganaron al seguir utilizando aquellas reliquias que en el siglo pasado fueron su mejor banco para ahorro e inversión familiar.
Autoridades locales como nacionales, cómplices de alguna forma se podría decir, por no llevarse un coleron con el solo hecho de tener bloqueos, marchas o enfrentamientos, mejor es aceptar sus pliegos petitorios que el de imponer reglas de orden y desarrollo por el bien de las ciudades y el medio ambiente.
Preocupados por la dejadez de algunas autoridades, y principalmente por quienes son colaboradores que ignorando intencionalmente normas que han sido creadas para hacer un bien, han preferido dedicarse a otros temas donde si tengan menos conflicto para su propio estómago. La indiferencia a un medio de transporte «alternativo» sano y ecológico es la clara muestra de aquello. Nosotros hemos sido cautelosos al expresarnos en oportunidades importantes al momento que nos preguntan en que quedó la Ley Municipal de la Bicicleta o el Comité Impulsor de la Bicicleta, nuestra respuesta es sincera… en nada.
Las autoridades a ser llamadas responsables de su aplicación han evitado convocar a los miembros de este comité porque saben muy bien que las criticas ante decisiones o proyectos que no han sido consensuados serán un hecho inevitable. Han pasado mucho más de 7 u 8 meses que el comité no da señales porque los encargados de convocar al mismo han sido removidos en varias oportunidades, por lo que el descabezamiento afectaba a poder re tomar las reuniones; esa inestabilidad es solo un pequeño ejemplo de lo que pasa dentro de dicha institución cabeza del comité.
El transporte sindicalizado esta con problemas de combustible, el transporte cobra montos exagerados sin control, las calles están desordenadas con voces en algunas esquinas que más parecen propaganda pre electoral, y los espacios ganados para las bicicletas hace un par de años han quedado abandonados sin ser tomados en cuenta en el POA de esta gestión.
El remplazar las movilidades antiguas es un paso, pero el promover el uso de otros medios de transporte más sanos y económicos eso es lo que se debería priorizar por el bien de la Ll´ajta que está envuelta entre el desorden y la contaminación de su aire.
O avanzamos en bici, o retrocedemos como cangrejos.
