Un estudio realizado en bosques de Inglaterra, Suecia, Panamá y Brasil revela que los árboles tienen la capacidad de captar metano, uno de los principales gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global. Esta investigación, liderada por la Universidad de Birmingham y en la que participó el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf) de Cataluña, destaca que los árboles ubicados en lugares húmedos y calurosos son los que más metano capturan.
El metano y su impacto en el cambio climático
El metano es uno de los gases de efecto invernadero más importantes, contribuyendo aproximadamente al 30% del calentamiento global, siendo el segundo gas más relevante después del dióxido de carbono (CO2).
El papel de los árboles en la mitigación del cambio climático
Este estudio resalta el valor de los bosques en los esfuerzos por mitigar el cambio climático. Además de su capacidad para almacenar carbono atmosférico, los árboles también pueden absorber metano. Esto podría influir en las estrategias de reforestación, ya que los bosques jóvenes con poca biomasa podrían ser menos eficientes como sumideros de carbono, pero aún así podrían desempeñar un papel importante en la absorción de metano.
Detalles del estudio y sus conclusiones
La investigación se llevó a cabo en bosques tropicales de Panamá y Brasil, bosques boreales de Suecia y bosques templados de Inglaterra. Se descubrió que los bosques tropicales captan aproximadamente 10 veces más metano que los bosques templados y 20 veces más que los bosques boreales. Los investigadores observaron que las bacterias presentes en la corteza de los árboles juegan un papel crucial en la absorción de metano, utilizando este gas como fuente de energía. A medida que disminuye la cantidad de metano en el interior del árbol, las bacterias comienzan a consumir más metano del exterior, lo que resulta en una absorción neta de metano por parte de los árboles.
Colaboración internacional en la investigación
El estudio fue liderado por la Universidad de Birmingham en el Reino Unido y contó con la participación de varias instituciones internacionales, como la Universidad de Lancaster, el Centro de Medioambiente de Lancaster, la Universidad de Oxford y Open University en el Reino Unido. También participaron la Universidad de Arizona en Estados Unidos, la Universidad de Linköping en Suecia, la Universidad Federal de Río de Janeiro en Brasil, el Instituto de Investigación Tropical del Smithsonian en Panamá, la Universidad de Ulm en Alemania y el Creaf en Cataluña.
Fuente: EFE