La sequía en varias regiones de Bolivia ha causado una disminución en la producción de sorgo, con una pérdida estimada de más de 1 millón de toneladas, según el informe presentado por el gerente general de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Jaime Hernández.
Las pérdidas en la producción de sorgo se han registrado tanto en la campaña de verano como en la de invierno, siendo esta última la más importante para la producción de este grano. En comparación con el año pasado, donde se produjeron 1,7 millones de toneladas, se estima que este año apenas se alcanzarán las 600.000 toneladas, informó el ejecutivo.
Esta situación preocupa al sector pecuario, ya que el sorgo es utilizado como alimento para el ganado en las granjas. Además, se advierte que la disminución en la producción de granos durante el presente invierno tendrá un impacto económico de alrededor de 200 millones de dólares.
Impacto en la cadena productiva
Sumando las pérdidas registradas durante el verano, que alcanzan aproximadamente los 400 millones de dólares, se estima que la cadena productiva en su conjunto dejará de percibir alrededor de 600 millones de dólares este año. Esto generará un impacto negativo importante en la economía de la cadena productiva, según expresó Hernández.
Preocupación en el sector ganadero
La menor producción de sorgo preocupa a los productores de carne y leche, ya que este grano es utilizado como forraje alternativo para el ganado. El aumento en el precio y la escasez de sorgo afecta a toda la cadena. Se han registrado disminuciones tanto en la oferta de forraje como en diferentes fuentes de insumos de forraje, lo que ha llevado a un incremento en el precio del sorgo, sostuvo Fernando Céspedes, ejecutivo de la Federación de Ganaderos de Pailón.
Afectación en la producción de cerdo
La situación también afecta la producción de cerdo. Según Jorge Méndez, presidente de la Asociación Departamental de Porcicultores de Santa Cruz (Adepor), no solo hay escasez de sorgo, sino también de otros insumos. Además, el sorgo, que debería ser una alternativa más económica que el maíz, actualmente tiene un precio superior. Méndez considera que una solución sería permitir el uso de semillas genéticamente modificadas en el sector agrícola para aumentar la productividad.
/ APC