La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, cumplió su promesa de bañarse en el río Sena para demostrar que sus aguas son aptas para acoger las pruebas olímpicas. Acompañada por el presidente del comité organizador de los Juegos Olímpicos, Tony Estanguet, Hidalgo se sumergió en el río y nadó unas decenas de metros.
A nueve días de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, que se llevará a cabo en el Sena y será la primera apertura olímpica fuera de un estadio, esta iniciativa busca despejar las dudas sobre la viabilidad de celebrar las pruebas de maratón en aguas abiertas y el segmento de natación del triatlón en el río.
Las autoridades francesas han invertido 1.400 millones de euros desde 2016 en un plan para permitir el baño en el Sena, incluyendo la construcción de depósitos gigantes que evitan la contaminación del río por el agua de las cloacas en periodos de fuertes precipitaciones.
El objetivo de devolver el río a los ciudadanos
Según Hidalgo, los Juegos Olímpicos fueron el impulso para limpiar el Sena, pero el objetivo principal era devolver el río a los ciudadanos, en el contexto de adaptación de la ciudad al cambio climático. Esta iniciativa forma parte de un plan más amplio que busca mejorar la calidad del agua y hacer del río un espacio seguro y atractivo para los parisinos y visitantes.
Una apuesta ambiciosa para París 2024
París ha apostado fuertemente por los Juegos Olímpicos de 2024, invirtiendo en infraestructuras y proyectos que transformarán la ciudad. La celebración de las pruebas en el Sena es un ejemplo de esta ambición, y la alcaldesa Hidalgo ha querido demostrar personalmente que el río está listo para acoger a los atletas y ser disfrutado por los ciudadanos.
