Ante las vacaciones invernales, muchos menores de edad se desplazan hacia las capitales departamentales en busca de trabajo, pero lamentablemente, se convierten en víctimas de explotación laboral y trata de personas. Las autoridades locales de Potosí y Chuquisaca han advertido sobre esta situación preocupante.
El movimiento de familias hacia las ciudades ha sido reportado desde el fin de semana, especialmente en la Villa Imperial, donde varios niños y adolescentes de las provincias de Potosí llegan en busca de empleo, principalmente en la actividad minera. Sin embargo, muchos de ellos son trasladados sin ningún tipo de control o supervisión, lo que los expone a situaciones de explotación y trata de personas.
Mariela Castro, coordinadora de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, ha expresado su preocupación al respecto. Según ella, estos menores vienen desde las provincias con la intención de generar ingresos económicos en la capital, pero en muchos casos, se convierten en víctimas de explotación laboral y trata de personas.
Ante esta problemática, las autoridades municipales han anunciado que están llevando a cabo controles en las terminales de transporte para identificar la llegada de menores sin las autorizaciones correspondientes de sus tutores. Con el objetivo de prevenir estos delitos, se ha implementado un plan para combatir la trata y tráfico de personas.
Es importante destacar que este fenómeno ocurre principalmente durante los periodos de vacaciones escolares. Incluso, algunos padres motivan a sus hijos menores de edad a trabajar. Durante el fin de semana, se conoció el caso de diez adolescentes que fueron trasladados de manera irregular desde Sucre hasta Cochabamba en busca de empleo. Afortunadamente, las autoridades intervinieron y los devolvieron a sus padres.
Aldo Calle, director de Gestión Social del municipio de Sucre, informó que una vez contactados los padres, se realizó la reintegración de los menores con las actas correspondientes. Además, se hizo la recomendación de control por parte del municipio de origen, ya que debió emitirse el permiso de viaje para establecer el traslado de estos menores.
En Bolivia la edad mínima para trabajar es de 14 años. Sin embargo, las Defensorías de la Niñez y Adolescencia pueden autorizar, de manera excepcional, que menores de 10 a 14 años realicen actividades laborales por cuenta propia. Asimismo, después de una evaluación, se puede autorizar a adolescentes de 12 a 14 años a trabajar por cuenta ajena.
En resumen, durante las vacaciones invernales en Bolivia, muchos menores de edad se desplazan hacia las capitales departamentales en busca de trabajo, pero lamentablemente se enfrentan a situaciones de explotación laboral y trata de personas. Las autoridades están tomando medidas para prevenir estos delitos y proteger a los menores en riesgo. Es fundamental concienciar sobre la importancia de garantizar los derechos de los niños y adolescentes en todo momento.