El congreso del Movimiento Al Socialismo (MAS) del ala renovadora llegó a su fin en la ciudad de El Alto, con la elección de Grover García como nuevo líder del partido en reemplazo de Evo Morales. Juliana Ramos fue designada como vicepresidente del partido azul. Durante el evento, se aprobaron puntos clave relacionados con la economía y políticas estatales, marcando un cambio en la dirección del partido oficialista.
En el marco del X Congreso Nacional del MAS, se destaca la exclusión de Evo Morales de la nueva dirección nacional del partido, siendo reemplazado por Grover García, representante de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia. Este cambio refleja una nueva etapa para el partido oficialista bajo el liderazgo de García y Ramos.
Un nuevo rumbo para el partido oficialista
García manifestó, tras tomar juramento como nuevo presidente del MAS, que «Ha concluido la dedocracía y la discriminación» y que en los próximos 90 días se llamará a un congreso para cambiar los estatutos del partido y «refundarlo». Además, expresó que no puede estar con Evo Morales y que trabajarán con las organizaciones sociales y apoyarán la gestión de Lucho (Arce).
Puntos clave aprobados en el congreso
La Comisión Económica del Congreso Nacional aprobó 12 puntos clave, entre ellos la reglamentación y transparencia en los aportes al MAS, el fortalecimiento de la economía de pequeños productores mediante acceso facilitado al crédito, la industrialización como política estatal, la democratización del empleo público y la reducción de privilegios en jubilaciones. También se propuso la creación de nuevas empresas mixtas para dinamizar la economía y consolidar una agenda económica hasta 2030.
Acompañamiento del Tribunal Supremo Electoral
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) acompañó preventivamente el Congreso del MAS por orden de la Sala Constitucional Nº 1 de La Paz; sin embargo, queda pendiente su validación a la nueva directiva. Esta renovación en el liderazgo y las políticas económicas propuestas marcan un giro significativo en el rumbo del partido oficialista boliviano.
Participación y reacciones
El Congreso contó con la participación de aproximadamente 1.600 delegados provenientes de diversas organizaciones sociales, quienes recibieron sus credenciales tras un proceso riguroso de verificación realizado por la Comisión de Poderes. Además, más de 6 mil militantes del MAS asistieron al polideportivo «Héroes de Octubre» en El Alto, donde el partido oficialista eligió una nueva directiva, dejando afuera al exmandatario Morales.
Evo Morales y sus seguidores calificaron como «ilegal» este cónclave impulsado por el Gobierno, alegando que solo el exmandatario, como líder máximo del MAS, podía convocarlo. Morales advirtió que será candidato presidencial de su partido para las elecciones presidenciales de 2025 «a las buenas o a las malas». El bloque del MAS que apoya a Morales convocó su propio congreso para el 10 de julio en la población de Villa Tunari, en el Trópico de Cochabamba, principal bastión político y sindical del expresidente.
Arce y Morales están distanciados desde 2021, y el año pasado sus diferencias se profundizaron por la realización de un congreso nacional del partido en el que, en ausencia del mandatario y de sus sectores leales, el expresidente fue ratificado como líder del MAS y nombrado «candidato único» para las elecciones de 2025. Arce no asistió a ese encuentro al considerar que las organizaciones sociales, base del partido, no estaban debidamente representadas. Las tensiones aumentaron después de que el TSE decidiera anular el congreso de 2023 e instruir que se convocara a uno nuevo consensuado, algo en lo que tampoco se pusieron de acuerdo ambas facciones oficialistas.
