En un año, el concepto de inteligencia artificial (IA) ha pasado de ser sinónimo de «ciencia ficción» a convertirse en una herramienta utilizada por millones de personas. Los expertos han alertado sobre los riesgos asociados y han surgido los primeros intentos de regularla a nivel mundial.
Durante este año, las redes sociales se han llenado de fotos y videos creados por usuarios utilizando diversas herramientas generativas de IA. Además, se han compartido capturas de pantalla con «conversaciones» con la IA sobre diversos temas.
El lanzamiento del chatbot ChatGPT
El detonante de esta tecnología fue el lanzamiento en noviembre del 2022 del chatbot ChatGPT por parte de OpenAI, el cual capturó la atención de millones en cuestión de días.
En 2023, los grandes gigantes tecnológicos que llevan años experimentando con esta tecnología se unieron a la carrera por convertirse en la referencia en IA. En febrero, Microsoft anunció una inversión de 13.000 millones de dólares en OpenAI y está utilizando la tecnología GPT4 para su propio chatbot llamado Bing. La empresa fundada por Bill Gates y Paul Allen apuesta ahora porque esta tecnología sea un «asistente» presente en todos sus programas y aplicaciones.
Innovación continua: Google presenta Bard y Gemini
Al mismo tiempo, Google anunció su propio chatbot IA llamado Bard y presentó en diciembre un modelo más potente llamado Gemini, que es «multimodal nativo», lo que significa que puede aprender no solo del texto sino también absorber información proveniente del audio, video e imágenes.
Meta se suma a la carrera por la IA
Incluso Mark Zuckerberg, fundador de Meta (matriz detrás Facebook, Instagram y WhatsApp), se sumó a la carrera por la IA. Meta apuesta por una alianza entre empresas para avanzar hacia una IA abierta y gratuita.
Desafíos y preocupaciones
«Este año ha sido el de preguntarse: ¿Qué es esto de la IA? Ha sido un gran año educativo en todos los mercados globales para la IA», indicó Jenalea Howell, una de las organizadoras del congreso The AI Summit New York.
Sin embargo, algunos usuarios se dieron cuenta rápidamente de que las respuestas de la IA no siempre son correctas y a veces incurren en lo que se conoce como «alucinaciones». Uno de los casos más famosos fue el de unos abogados que presentaron un escrito lleno de casos inventados por ChatGPT. Otra preocupación para las empresas es defenderse contra acusaciones de violación a derechos de autor al alimentar sus máquinas con información.
Escritores como George R.R. Martin y Sarah Silverman han denunciado a OpenAI y Meta por el «robo» de sus obras. También se viralizaron imágenes generadas por la IA sin marca de agua, lo cual confundió a los internautas, como fue el caso del papa Francisco con un moderno abrigo blanco, imagen creada con el programa Midjourney.
Este año, tanto el equipo del expresidente Donald Trump como Ron DeSantis, ambos candidatos republicanos para las elecciones presidenciales en EE.UU., utilizaron contenido generado por la IA.
A Peter Lee, vicepresidente corporativo de Investigación e Incubaciones en Microsoft, le preocupó recibir correos electrónicos días después del lanzamiento del ChatGPT donde médicos le contaban que ya estaban utilizando esta tecnología en sus diagnósticos. «Eso nos emocionó mucho pero también nos preocupó mucho», dijo Lee. A pesar de ser una tecnología nueva, poderosa y única, debe haber una regulación antes de que se utilice como una herramienta más en la medicina.
En marzo, más de mil empresarios e investigadores del sector tecnológico solicitaron en una carta suspender durante seis meses los sistemas de IA «más poderosos que GPT-4», el último modelo de OpenAI. Dos meses después, cientos de expertos, incluyendo directores ejecutivos de Google DeepMind, Anthropic y OpenAI, advirtieron que la IA plantea un «riesgo de extinción» comparable al de las pandemias o la guerra nuclear.
En septiembre, Elon Musk, Zuckerberg, Gates, Sundar Pichai (director ejecutivo de Alphabet) y Sam Altman (responsable de OpenAI) comparecieron ante el Senado estadounidense para debatir sobre la regulación de la IA.
La Unión Europea lidera en regulación
Sin embargo, fue la Unión Europea quien delineó la primera regulación importante sobre IA en el mundo occidental. En diciembre pactaron tras 36 horas de negociaciones una ley sobre inteligencia artificial. Esta normativa permite o prohíbe el uso de esta tecnología según el riesgo que represente para las personas y busca impulsar a la industria europea frente a gigantes como China y EE.UU.
Fuente: EFE.