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La moda, uno de los mayores contaminantes del planeta

El 20% de las aguas residuales a nivel mundial provienen del sector textil / EFE

El sector de la moda es uno de los más contaminantes del planeta, por lo que los ecologistas reclaman medidas para que la ropa «ecofriendly» no sea solo una etiqueta o un lavado de imagen, sino una realidad. Ahora surgen movimientos culturales que reivindican una industria 100% sostenible, que involucre tanto al productor como al consumidor.

Este es el caso de Black Pearl, una «organización pionera en sostenibilidad cultural» que trabaja en diseño, moda, música, entretenimiento y educación para generar debate social sobre esta cuestión y convertirlo en acciones reales tanto en la industria como en los clientes para reducir su impacto en el medio ambiente.

Samata Pattinson: La importancia de la narrativa y conexión emocional

«Estamos empezando a darnos cuenta del impacto real que esta industria tiene en el cambio climático (…) Lo que falta en la conversación es una narrativa y conexión emocional», dijo Samata Pattinson a EFE. Ella es fundadora de Black Pearl y especialista en sostenibilidad cultural, además de ser desarrolladora de la guía de estilo sostenible de los premios Oscar.

Ecoansiedad: El impacto negativo del sector textil

Es por eso que la «ecoansiedad» ha ganado terreno ante esos informes y la alarma mediática que los magnifica, como el informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), que pone de manifiesto el impacto negativo de toda la cadena de producción de la moda en la naturaleza.

El impacto ambiental del sector textil

El 20% de las aguas residuales a nivel mundial provienen del sector textil, que emite componentes tóxicos procedentes del teñido a ríos y mares, además de metales pesados por la limpieza de maquinaria, los cuales son nocivos para el entorno y la vida. Este sector utiliza anualmente 93.000 millones de metros cúbicos de agua (suficientes para cubrir las necesidades de cinco millones de personas) para crear más de 100.000 millones de prendas, lo cual equivale a 13 piezas nuevas al año para cada habitante del planeta.

Cultura y entretenimiento como herramientas para concienciar

Para Pattinson, la cultura es esencial para concienciar y movilizar tanto a empresas como consumidores en el ámbito de la moda. Ella puso como ejemplo «Overheated», un evento que reunió en Londres a cientos de participantes en agosto y donde se llevaron a cabo conversaciones entre activistas climáticos, músicos como Billie Eilish y diseñadores como Vivienne Westwood sobre moda sostenible y acciones para mitigar el cambio climático.

Iniciativas hacia una moda más sostenible

El consumo responsable se enfoca en los ciudadanos mientras que las marcas que visten al mundo requieren inversión y voluntad empresarial para transformar el sector textil con el fin de cumplir con los estándares «eco». La defensora de la moda sostenible y activista por la justicia climática, Habiba Abdulrahman, presentó en COP28 su iniciativa «Trashion Kenia» (juego de palabras entre «trash» y «fashion» en inglés), que promueve la educación climática entre los jóvenes, centrándose en los problemas de la moda rápida a través de la integración del arte y las innovaciones en materia de residuos del sector.

Acciones individuales para un impacto positivo

«Para mitigar el impacto ambiental, la industria de la moda debe adoptar prácticas sostenibles, utilizar materiales ecológicos y defender una producción ética. Estos esfuerzos combinados con elecciones conscientes por parte de los consumidores pueden reducir significativamente las repercusiones negativas», reiteró esta joven, quien hizo hincapié en los principios de economía circular para reducir la sobreproducción y minimizar los residuos. Entre otras acciones que pueden realizar los consumidores se encuentran apoyar a marcas sostenibles, alargar la vida útil de sus prendas mediante prácticas responsables de cuidado y eliminación, además de rechazar las marcas de moda rápida y exigir transparencia en la cadena de suministro.

Fuente: EFE


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