En una sesión marcada por el desorden y las constantes distracciones provocadas por los recorridos de conjuntos folklóricos universitarios, los asambleístas departamentales decidieron, sin votar, otorgar 48 horas a los funcionarios de la Asamblea Legislativa Departamental de Oruro (ALDO) para regularizar su documentación, pues varios fueron observados por tenerla incompleta e incluso existen observaciones de presunta falsificación.
Ayer por la noche se llevó a cabo la 22ª sesión ordinaria de la ALDO, en la cual se trataron diversos temas. Uno de ellos fue las observaciones realizadas al personal de esta entidad estatal, ya que según una auditoría se verificó que varios funcionarios tienen documentación incompleta y hasta existen presuntas falsificaciones.
Informe sobre irregularidades en documentación
Una comisión mixta se encargó de elaborar un informe sobre este tema, el cual fue presentado ante el pleno de la Asamblea. El informe, en su parte conclusiva, evidenciaba irregularidades en la documentación del personal contratado por la ALDO debido a que aproximadamente un 90% la tiene incompleta o con indicios de falta de legalidad.
Polemica respecto al informe
Sin embargo, surgió la polémica debido a que el informe contenía contradicciones. Por un lado sugería enviar los casos irregulares encontrados en el personal a la Unidad de Transparencia de la Gobernación y por otro recomendaba destituir inmediatamente a todos los observados; también en otro punto permitía subsanar la documentación en algunos casos. Estas observaciones al informe fueron planteadas por el asambleísta opositor Franz Ochoa, lo cual generó que muchos de sus colegas también cuestionaran el documento y debatieran sobre los pasos a seguir.
48 horas para regularizar documentación
Finalmente, luego de un receso causado por el paso de conjuntos folklóricos universitarios que se preparan para la entrada del sábado, la vicepresidente de la ALDO, Zulma Arellano, quien llevaba las riendas de la sesión en ausencia del presidente, decidió otorgar 48 horas a todos los funcionarios para completar y regularizar su documentación. Lo curioso fue que ni se pusp el informe a consideración para su aprobación o rechazo, ni se sometió la decisión final a votación. Simplemente hubo un asentimiento silencioso por parte de los asambleístas presentes.
Sesión «folklórica»
Durante la sesión, resultó llamativo que varios legisladores se levantaban de sus curules para acercarse a las ventanas y observar el paso de los universitarios que ensayaban al ritmo de tinkus, tarqueadas, caporales y otros bailes en preparación para su entrada este fin de semana. El desorden provocado por la fuerte música de las bandas y la informalidad entre los asambleístas, incluso algunas bromas entre ellos, le restaron seriedad a la sesión que concluyó tras tratar un último punto relacionado con educación.
/AMEZ
