Disfrutar de los dulces con moderación es normal, pero si obstaculizan una dieta saludable y causan enfermedades u obesidad, el azúcar se convierte en un problema. La doctora Trisha Pasricha de Harvard advierte sobre las consecuencias.
La sensación de hambre y saciedad está regulada por hormonas desencadenadas por nuestro estómago e intestino delgado. Pasricha explica teorías sobre por qué anhelamos dulces incluso cuando estamos llenos, como la saciedad sensorial específica y las conductas aprendidas.
Poder adictivo de los dulces
Investigaciones han demostrado que los dulces tienen un poder adictivo en seres vivos, incluso más fuerte que la cocaína según un experimento con ratas. El marketing masivo de postres ricos en azúcar también influye en nuestra decisión de consumirlos.
Límites recomendados de consumo
Según la Asociación Estadounidense del Corazón, se recomienda a los hombres no consumir más de 36 gramos diarios de azúcar agregada, mientras que para las mujeres el límite es 25 gramos. Estas cifras incluyen el azúcar presente en diferentes comidas y refrescos.
Estrategias para controlar antojos
Pasricha sugiere revisar etiquetas nutricionales, minimizar alimentos ultraprocesados y añadir variedad de sabores, texturas y colores al plato principal para controlar los antojos de azúcar. También recomienda probar porciones más pequeñas, dormir adecuadamente y consultar a un profesional.
La obesidad como enfermedad
Pasricha destaca la importancia de reconocer que la obesidad es una enfermedad y buscar atención médica adecuada. Existe trabajo por hacer en cuanto a la ingesta de alimentos azucarados y superar la vergüenza asociada con la alimentación y la obesidad.