La Asamblea General de las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad celebrarán esta semana sesiones sobre la guerra en Gaza, uno de los temas que resultó más divisivo en los últimos meses y en el que se pondrán nuevamente en evidencia las fracturas diplomáticas.
Hasta ahora, dos resoluciones presentadas ante el Consejo de Seguridad para poner fin al conflicto fracasaron por distintas razones: la primera, presentada por Rusia el 16 de octubre, recibió el apoyo de China y otros tres países, pero tres de los miembros permanentes (Estados Unidos, Reino Unido y Francia) la rechazaron. Argumentaron entonces que la resolución rusa, la cual pedía «un alto al fuego inmediato», estaba incompleta por no contener una condena explícita a los ataques terroristas de Hamás en suelo israelí, entre otras razones principales.
Otro intento frustrado
Por ello, dos días después Brasil presentó otra resolución que pretendía ser consensuada y sí incluía una condena a Hamás, al tiempo que pedía declarar «pausas humanitarias» para poder enviar ayuda a los civiles en Gaza. Pero entonces fue Estados Unidos quien vetó la resolución.
Estados Unidos busca retomar iniciativa
Esta concitó el apoyo de doce países y la abstención de otros dos (Rusia y Reino Unido). La embajadora estadounidense argumentó entonces que el texto tenía una grave carencia al no recoger «el derecho de Israel a defenderse».
La tercera propuesta de Estados Unidos
Estados Unidos trata ahora de retomar la iniciativa diplomática. Será este país quien protagonice esta semana el tercer intento ante el Consejo de Seguridad con una resolución que parece difícil que sea aprobada: no menciona la necesidad de un alto al fuego y subraya «el derecho inherente de todos los estados a la defensa individual y colectiva».
El lenguaje se atempera
El texto estadounidense vuelve a cargar las tintas contra Hamás y sus ataques terroristas, pide que se frene cualquier envío de armas al grupo palestino y menciona además el cese inmediato de los ataques de Hizbulá y otros grupos armados contra Israel.
El papel de Rusia y China
Desde que ese texto fue presentado el sábado ante los miembros, su lenguaje se fue atemperando y recoge una petición para dar a las organizaciones humanitarias un acceso completo, rápido, seguro y sin obstáculos para proveer bienes esenciales y servicios básicos para el bienestar de los civiles en Gaza.
Aislamiento internacional en juego
La última vez que Estados Unidos introdujo una resolución sobre el conflicto palestino en el Consejo de Seguridad fue en 2018, y entonces solo su embajador votó a favor; está por verse si en esta ocasión su resolución obtiene los apoyos más difíciles, como son los de Rusia y China, quienes criticaron duramente la postura estadounidense al vetar la resolución brasileña.
El traslado a la Asamblea General
El reglamento de Naciones Unidas establece que cuando una resolución es vetada en el Consejo, ese mismo tema se traslada a la Asamblea General. Allí, el país que vetó tiene que explicar su postura extensamente y el tema puede ponerse a votación de todos los estados miembros, aunque sin efectos vinculantes.
La exposición internacional
Esto ya sucedió en dos ocasiones en los últimos dos años, al tratar la guerra en Ucrania, siendo entonces Rusia quien quedó expuesta: la invasión de Ucrania y la anexión de varios de sus territorios en el Este fueron condenadas por una abrumadora mayoría en la Asamblea.
¿Aislamiento para Estados Unidos?
Si bien esas votaciones no tuvieron efecto vinculante, sirvieron para exponer el aislamiento de Rusia en la escena internacional. Ahora la gran pregunta es si Estados Unidos se verá en la misma situación o si los países occidentales se pondrán de su lado, especialmente Reino Unido y Francia, cuyos gobernantes tuvieron durante la actual crisis un discurso mucho más cercano a los argumentos de Israel y sus razones para atacar Gaza.
Fuente: EFE