Las condiciones en la Franja de Gaza, controlada por Hamas y objetivo de una campaña de bombardeos israelíes, han hecho que dar a luz sea una odisea para las mujeres embarazadas, quienes en muchas ocasiones tienen que parir bajo los ataques aéreos en hospitales saturados por los heridos.
Así le pasó a Wisam Basem al Masri, de 27 años, quien literalmente tuvo a su pequeña Nur, que tan solo tiene siete días, en medio de los ataques aéreos de Israel contra el enclave palestino.
Huyendo del conflicto
Esta madre primeriza estaba embarazada de nueve meses y esperaba dar a luz en cualquier momento cuando comenzaron los bombardeos israelíes sobre Gaza, tras el ataque de Hamás contra suelo israelí el pasado 7 de octubre.
Búsqueda desesperada por atención médica
De Beit Hanun, en el norte de Gaza, Al Masri y su marido decidieron marcharse al comienzo del conflicto desde su casa al domicilio familiar. Sin embargo, al segundo día les dijeron que tenían que evacuar la ciudad y decidieron refugiarse en una escuela.
Dando a luz entre bombardeos
«Las condiciones eran terribles: no había baño ni limpieza. Estaba embarazada en el último mes y tenía miedo de contagiarme alguna enfermedad», relató Al Masri a Efe. Explicó que optaron por irse a otro colegio pero como la situación allí también era deprimente se trasladaron a la casa de la tía joven.
Un parto en medio del caos
Y entonces Al Masri rompió aguas al octavo día del conflicto. Comenzó así un periplo bajo los bombardeos para encontrar algún lugar donde pudieran atenderla. No había ambulancias ni tampoco espacio en los centros sanitarios cercanos, como el de la Media Luna Roja, que estaban abarrotados de heridos por los bombardeos.
La cesárea en condiciones precarias
«Hubo ataques aéreos todo el tiempo, tenía miedo», rememoró esta madre, quien ahora está feliz meciendo a su hija en el regazo, en la escuela donde se encuentra desplazada en la localidad de Rafah, en la frontera de Gaza con Egipto.
Riesgos para madre e hijo
Para complicar aún más las cosas, la bebé venía del revés, con las piernas primero y era necesario practicarle una cesárea a la madre. Sin embargo, no había enfermeras ni quirófanos disponibles debido a los heridos por los ataques.
Dando a luz sin atención adecuada
Finalmente, esta mujer logró dar a luz mediante una cesárea y aunque normalmente requiere varios días de reposo hospitalario para recuperarse, fue dada de alta al día siguiente con la herida sin curar.
Abandonada tras el parto
«No podía levantarme -rememoró-. Me dolía mucho el abdomen». Su parto salió bien y necesitaban su cama para pacientes graves. Por lo tanto Wisam abandonó el lugar sin poder siquiera ducharse debido a la falta de agua en el hospital y llevando puesta la misma ropa que le habían dado en el centro.
Desplazamiento forzado
Al salir del hospital recibieron un aviso por parte de Israel indicando que los residentes del norte de Gaza debían abandonar esa parte del territorio. Así que tuvo que ir directamente desde el hospital al sur del enclave, a Rafah, en la frontera con Egipto. Allí se ha desplazado junto con su familia y se encuentran en la escuela Fatma Jatib.
Sin condiciones adecuadas
«Aquí tampoco hay ducha ni nada, pero al menos el director del centro está tratando de ayudarnos en lo que puede», indicó.
Afrontando las dificultades diarias
Ahora van pasando día a día con lo que tienen. Está feliz con su hija, aunque le gustaría poder comprarle ropa para hacerle fotos.
Peligro para embarazadas en refugios improvisados
También en el sur de Gaza, específicamente en el centro de capacitación de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), en Jan Yunis, hay dos mujeres embarazadas.
Estrés y falta de atención médica
El lugar se ha convertido en un refugio improvisado para los trabajadores de la UNRWA y sus familias, así como para empleados de otras agencias de la ONU.
Riesgo para madres y bebés
Una de las embarazadas es Duaa Mosabeh, una joven de 18 años que se encuentra en el séptimo mes de gestación. Después de haber sufrido un aborto anteriormente, Mosabeh teme perder a su bebé debido al estrés que está experimentando estos días.
Peligroso entorno sin atención médica adecuada
«Me siento cansada y ansiosa por todo lo que hemos pasado», relató la joven a Efe y enumeró «los bombardeos, el miedo, la evacuación; incluso este sitio es horrible».
Desafíos en medio del conflicto
En los últimos días también hubo otras dos mujeres que dieron a luz allí y luego fueron trasladadas al centro de la Media Luna Roja para recibir asistencia. Como todo en Gaza, incluso algo tan humano como dar a luz se ha convertido en un desafío.
Fuente EFE