Al conmemorarse 41 años de la recuperación de la democracia en Bolivia, el líder de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, expresó su pesar por la falta actual de ese legado y llamó a todos a recuperar los valores perdidos en el país.
El expresidente del país recordó que ese día estaba ejerciendo su labor periodística en la Plaza Murillo de La Paz, donde fue testigo del discurso esperanzador y abierto de Hernán Siles Suazo al asumir la presidencia desde el palco del Palacio de Gobierno.
Tiempos nuevos gracias a la lucha ciudadana
Mesa destacó que en esa época se vivieron tiempos nuevos gracias a la lucha ciudadana por reconquistar la democracia. Esta lucha comenzó con la huelga de las mujeres mineras en 1977 y logró recuperar valores como libertad, independencia de poderes, respeto a la Constitución y libertad de expresión.
Autoritarismo cercano a una dictadura
«¿Se respeta realmente la palabra democracia? La respuesta es no. Vivimos bajo un autoritarismo muy cercano a una dictadura», manifestó Mesa en un video publicado en sus redes sociales. Destacando que lo importante es enfrentar esta frustración y desafío para construir una verdadera democracia sin importar quién esté en el poder.
Recuperando los valores perdidos
Mesa enfatizó la importancia de recuperar los valores perdidos en el país, fomentando el respeto mutuo sin importar las diferencias ideológicas o regionales. La reconciliación nacional y la construcción de un espacio democrático real con independencia de poderes son fundamentales para poner fin a la falsa democracia actual y al sistema económico perjudicial.
Un llamado a las nuevas generaciones
«Eso es lo que nos toca hacer: a ustedes, las nuevas generaciones, y a nosotros, los que tenemos experiencia. Recordemos el 10 de octubre de 1982 como un momento fundacional del nuevo país que debemos recuperar», concluyó Mesa.
El inicio del ciclo democrático genuino
El 10 de octubre de 1982 marcó el inicio de un ciclo democrático genuino en Bolivia después de casi dos décadas de gobiernos de facto. Ese día, el general Guido Vildoso entregó el poder a Hernán Siles Zuazo, ganador de las elecciones de 1980.
