El Proyecto Wolbachia en Singapur utiliza nubes de mosquitos para combatir el dengue. Esta iniciativa consiste en liberar miles de mosquitos macho Aedes aegypti, portadores de la bacteria Wolbachia, con el objetivo de reducir su reproducción y los contagios.
Nurashikin Binte Abdul Halim, investigadora del proyecto, se encarga de soltar estos mosquitos en puntos estratégicos de una urbanización en Singapur. Realiza esta tarea dos veces por semana durante un tiempo indeterminado, aprovechando las horas tempranas del día cuando los mosquitos están más activos.
Bacteria Wolbachia para controlar la población
La bacteria Wolbachia impide que los huevos fertilizados por estos mosquitos sean viables. De esta manera, al competir con los mosquitos salvajes, se busca reducir la descendencia y controlar la población del Aedes aegypti.
Éxito en la reducción del mosquito y casos de dengue
Según datos del programa respaldado por la Agencia Nacional para el Medio Ambiente de Singapur, esta estrategia ha tenido éxito en la reducción de la especie y los casos de dengue. En lugares donde se han lanzado mosquitos durante al menos un año, se ha logrado disminuir hasta un 98% el total de estos insectos y se ha registrado un 88% menos casos de dengue.
Desafíos para expandir el proyecto
Sin embargo, expandir este proyecto presenta desafíos debido a la tecnología costosa necesaria para llevarlo a cabo. La recolección de huevos, crianza e inoculación requieren recursos significativos. A pesar del progreso realizado en Singapur, alcanzar la erradicación completa del mosquito sigue siendo un objetivo lejano.
Retos adicionales en la lucha contra el dengue
Mientras tanto, el Programa Mundial del Mosquito (WMP) advierte sobre los desafíos adicionales que enfrenta Singapur y otros países en la lucha contra el dengue. El aumento de los viajes internacionales y el cambio climático contribuyen al mayor esparcimiento del mosquito, lo que resulta en un aumento de las enfermedades transmitidas por estos insectos.
Dengue: una amenaza global
El dengue sigue siendo una amenaza global, afectando a unos 300 millones de personas al año y causando decenas de miles de muertes, principalmente entre niños. En Bangladesh, por ejemplo, se ha registrado el peor brote de dengue en la historia del país, con casi 950 muertos y cerca de 200.000 infecciones este año.
Aunque Singapur continúa mejorando su estrategia tecnológica para combatir el dengue, queda claro que se necesitan más esfuerzos a nivel mundial para controlar esta enfermedad transmitida por mosquitos.
Fuente: EFE