Con una ofrenda floral en el Monumento al Soldado erigido en la calle Sargento Flores y La Paz, beneméritos de Oruro que fueron parte de la guerrilla de Ñancahuazú recordaron ayer los 56 años del cese de este conflicto y rindieron homenaje a los 55 caídos que murieron en la batalla y en el olvido.
El presidente de la Federación Departamental de Beneméritos de las Guerrillas de Ñancahuazú, León Hurtado Aguilar, junto con al menos 20 excombatientes, rindieron tributo y pidieron ser reconocidos. «El 8 de octubre recordamos el cese de la guerra de las guerrillas de Nancahuazú, pero estamos decepcionados porque nadie se acuerda de nosotros. Hicimos el servicio militar obligatorio ese año y nos destinaron; no abrazamos ninguna ideología política, sino que teníamos que hacer esa defensa. Tuvimos combates y varios fallecidos; ahora todos los compañeros están mal y nadie se acuerda de nosotros», expresó.
Excombatientes recuerdan días difíciles
Vestidos con uniforme, excombatientes de la unidad Oruro llegaron desde diferentes provincias y lugares del departamento para rendir respeto a sus compañeros que perdieron la vida en batalla e incluso después. Reunidos en el Monumento, recordaron algunos días durante la lucha. «Nadie se acuerda de nosotros, pese a que estamos reconocidos dentro de la Constitución Política del Estado. Sin embargo, no tenemos apoyo a pesar de las instrucciones para defendernos que tuvimos en esos días», manifestó el excombatiente René Hurtado.
Recuerdos de la lucha y sacrificio
Entre los recuerdos de la mayoría de los beneméritos, se destaca el año 1967, cuando aún eran jóvenes en el servicio militar y por azares del destino fueron obligados a ir a la guerrilla. Cargaron municiones y víveres para intentar sobrevivir, pero al igual que muchos en estos escenarios, sufrieron hambre, frío y sed. «Como subordinados, llegamos por varios lugares y luego a la zona de Ñancahuazú, pero todos los soldados que fuimos sufrimos. En ciertos lugares no había agua ni comida. Éramos del altiplano y estábamos en ese lugar con calor extremo. En ese entonces cumplimos lo que nos dijo el Ejército; ahora somos mayores de más de 70 años y nadie se acuerda de nosotros», narró el excombatiente Demetrio Alcalá.
El dolor y las dificultades vividas
La mayoría recuerda el dolor de ver caer a sus compañeros, el hambre, la sed y la falta de sueño durante aquel episodio. Los asistentes aclararon que en ese entonces obedecieron instrucciones superiores en la guerrilla contra Ernesto Che Guevara, personaje que tiene fanáticos y detractores en Bolivia.
Piden apoyo y reconocimiento nacional
Sin embargo, a nivel nacional los excombatientes sostienen que fueron obligados a luchar con el argumento de defender la Patria; por ello han pedido ayuda varias veces para tener una pensión como la mayoría de los excombatientes, además de otros apoyos.