En septiembre, debido al verano, los estafadores de las dietas detox aprovechan la vulnerabilidad de aquellos que buscan recuperarse de los excesos del invierno. Pero, ¿realmente funcionan estas dietas? ¿Son saludables o simplemente un negocio lucrativo?
Con la promesa de una rápida pérdida de peso y una desintoxicación post-invierno, las dietas detox se presentan como soluciones tentadoras. Estos regímenes suelen durar una semana o diez días y se basan en batidos de frutas y verduras exóticas. Sin embargo, es crucial cuestionar su efectividad y saludabilidad.
Ingredientes dudosos
Estas dietas detox suelen incluir ingredientes como jengibre, cúrcuma y algas Nori, además de agua con limón y, en ocasiones, laxantes y diuréticos. Sin embargo, la ciencia desmiente muchas de sus afirmaciones. Por ejemplo, el agua con limón no promueve la pérdida de grasa y puede dañar el esmalte dental.
Efectos negativos comprobados
- Fatiga: Provocan fatiga debido a su baja ingesta calórica.
- Carencias nutricionales: Causan carencias nutricionales al no ser dietas completas.
- Falta de personalización: Carecen de personalización ya que se venden como soluciones universales.
- Desbalance de nutrientes: Generan un desbalance en la ingesta de nutrientes esenciales.
- Efecto rebote: Garantizan un efecto rebote una vez que se retoma la alimentación normal.
- Exceso de oxalatos: Contienen un exceso de oxalatos que dificultan la absorción de minerales.
- Hábitos poco saludables: Fomentan hábitos poco saludables y se utilizan como parches para los excesos.
No son necesarias
En última instancia, las dietas detox, además de ser caras y poco efectivas, no son necesarias. El cuerpo se depura naturalmente y no requiere de fórmulas mágicas. El único detox necesario es alejarse de las dietas «milagro» y buscar una alimentación equilibrada adaptada a las necesidades individuales.
Consultar a un profesional de la salud es clave para regresar a la rutina libre de engaños y enfocado en la verdadera salud.