Una mujer en China, identificada como Yu Huaying de 60 años, ha sido condenada a pena de muerte por tráfico de 11 niños en la década de 1990. El martes 19 de septiembre se emitió el veredicto por parte del tribunal encargado del caso.
Yu Huaying secuestraba a menores para venderlos y su primer acto fue vender a su propio hijo, nacido en 1992, fruto de una relación extramatrimonial con un hombre llamado Gong. En ese entonces, ambos estaban casados con otras personas. El niño fue vendido por 5.000 yuanes (aproximadamente 685 dólares al cambio actual) y no forma parte de los 11 menores secuestrados atribuidos a Yu.
Crimen en complicidad
Según el comunicado emitido por el tribunal, la acusada cometió estos crímenes en complicidad con Gong -quien ya falleció- y otras dos personas que actuaron como intermediarias. Estas últimas serán juzgadas por separado.
Método operativo conjunto
La pareja operaba conjuntamente: vivían temporalmente en diferentes zonas mientras se familiarizaban con las personas del área para buscar a su próxima víctima. Los niños eran principalmente provenientes de familias de bajos ingresos cuyos padres no podían brindarles la atención adecuada debido a sus largas jornadas laborales.
Antecedentes y captura
En el año 2004, Yu Huaying ya había sido detenida por tráfico de menores cuando fue sorprendida cometiendo un delito similar. Sin embargo, junto a su pareja lograron ocultar sus verdaderas identidades utilizando datos falsificados, lo que llevó a las autoridades a condenarlos a ocho años de prisión. Después de cumplir su condena, la mujer fue descubierta gracias a una de sus víctimas, identificada como Yang Niuhua. Esta logró encontrar a su hermana biológica y alertó a la Policía, proporcionando pistas que llevaron a la captura de Yu Huaying.
Pena de muerte por daño social
El tribunal dictaminó la pena de muerte para Yu Huaying al considerar que su delito causó un daño social «extremadamente significativo» y las circunstancias del crimen eran «particularmente graves».