Durante el período comprendido entre el 1 de enero y el 15 de agosto de este año, se registró un trágico balance en Haití.
Según declaraciones de Ravina Shamdasani, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, al menos 2.439 personas perdieron la vida y otras 902 resultaron heridas debido a la violencia generada por pandillas en el país caribeño. Estas cifras fueron reveladas durante una conferencia de prensa celebrada en Ginebra este viernes 18 de agosto.
Linchamientos y violencia generalizada
Además, Shamdasani informó que desde el 24 de abril más de 350 personas fueron víctimas de linchamientos por parte tanto de la población local como grupos de autodefensa. Entre las víctimas se encontraban 310 presuntos miembros de pandillas, un policía y 46 personas que se vieron involucradas en estos incidentes.
Agravamiento reciente en Puerto Príncipe
La situación ha empeorado considerablemente en los últimos días, especialmente en Puerto Príncipe, capital haitiana. Según reportes recientes, solo durante la última semana fallecieron al menos 20 personas y más de 10.000 tuvieron que abandonar sus hogares para escapar a la violencia desencadenada por la banda conocida como Gran Ravin.
Llamado urgente a tomar medidas internacionales
Ante esta grave situación, Volker Türk, alto comisionado de la ONU, hizo un llamado urgente a tomar medidas concretas para enviar fuerzas multinacionales que puedan brindar apoyo a las autoridades haitianas, pero sin pertenecer a las Naciones Unidas. Türk enfatizó la importancia de proteger los derechos humanos del pueblo haitiano y reducir su sufrimiento. Cabe destacar que Türk visitó el país caribeño en febrero de este año.
Crisis humanitaria y política en Haití
Es importante mencionar que Haití enfrenta desde hace años una profunda crisis humanitaria, económica y política. Además, no se han celebrado elecciones presidenciales desde el año 2016, tras el asesinato del entonces presidente Jovenel Moise en 2021.
Control de pandillas en la capital haitiana
Esta falta de liderazgo y vacío de poder ha propiciado la proliferación de pandillas, las cuales controlan con violencia aproximadamente el 80% de la capital haitiana.