Sin autocrítica, el máximo dirigente del sector cocalero, Evo Morales, afirmó que está decepcionado con la actitud de algunos futbolistas de Palmaflor, a quienes ha señalado como los principales responsables por la crisis en la cual se encuentra el equipo, que está en la zona del descenso directo de categoría. También apuntó a la existencia de una “mafia en el arbitraje”.
“No todos los futbolistas son buenos, hay algunos que por debajo negocian, porque nosotros planificamos tomando en cuenta si ganábamos (partido contra Blooming en la Sudamericana) teníamos 900 mil dólares, presupuesto para todo el año. Perdimos el partido y quedamos con dificultades económicas”, explicó Morales, en conferencia de prensa.
Morales junto al movimiento cocalero del Trópico han tomado en mando del club Palmaflor en este año, encontrándose con dificultades económicas, futbolísticas y con el peligro de que su primer año en la dirigencia profesional sea el último.
En estos meses de trabajo, Morales aprendió que el fútbol se rige por el libre mercado y que “creo que hay alguna mafia, arbitraje y algunos jugadores. Porque digo del arbitraje, ¿cómo es posible que el tiempo de adición sea de 41 o 42 minutos hasta que Palmaflor pierda”, recordó el cotejo vergonzoso del 12 de marzo en Villa Tunari.
Ese desfase económico ha provocado que Palmaflor esté cuatro meses abajo con los sueldos del primer plantel. Tampoco dio una respuesta de cuándo se honrará esta deuda, mientras jugadores como Gilbert Álvarez, Jonatan Cañete, Matías Pisano y Rubén Escobar dejaron el equipo cansados de este ambiente.
Frente a la amenaza de perder la categoría, Morales respondió que: “es debatible, no quiero entrar en ese tema, como dije estamos entendiendo, uno errando, errando, aprende. El próximo año van a ver nuestro equipo”.
La dirigencia cocalera del Trópico sostendrá una reunión a la brevedad posible para colocar a consideración de sus afiliados un aporte de diez bolivianos por persona para cubrir los gastos de Palmaflor.