En el centro de Quito, la vida sigue con normalidad a pesar del asesinato de uno de los candidatos a la Presidencia de Ecuador, Fernando Villavicencio.
Solo una bandera a media asta en el Ministerio de Gobernación indica sutilmente que la campaña presidencial ha sufrido un vuelco tras el trágico evento ocurrido el pasado miércoles.
Conmoción por asesinato político Martha Pazmiño, comerciante que vende artesanías en el centro de la capital, comenta que «el que no vende, no tiene».
Aunque el país está consternado por lo sucedido, las actividades normales continúan con precauciones.
Ecuador continúa con precauciones
El presidente Guillermo Lasso ha declarado estado de excepción tras el asesinato de Villavicencio, pero se permiten las reuniones.
En medio de esta situación, Martha y otros ecuatorianos buscan seguir ganándose la vida.
Compras para el inicio escolar
Por otro lado, algunas personas han aprovechado el feriado para realizar compras para el inicio del curso escolar. Alexis Carrillo y su familia han llegado desde Cayambe para comprar útiles escolares.
A pesar de reconocer la difícil situación y preocuparse por la seguridad y estado social del país, intentan seguir adelante.
Temor en las calles de Ecuador
César Bustamante es un vendedor ambulante colombiano que afirma que hay temor entre las personas para salir a las calles. Según él, Ecuador se ha vuelto violento en los últimos dos años.
Aumento alarmante de homicidios
La tasa de homicidios en Ecuador ha aumentado significativamente en los últimos años, pasando de 6,4 por cada 100.000 habitantes en 2016 a 25,32 en 2022.
Se estima que este año podría llegar a 40 asesinatos por cada 100.000 personas debido a la consolidación de grupos criminales dedicados principalmente a la extorsión y el narcotráfico.
Posible vínculo criminal en el asesinato
Se cree que uno de estos grupos criminales podría estar detrás del asesinato de Villavicencio, quien había denunciado amenazas de muerte por parte de «Los Choneros», un grupo criminal con nexos con el Cartel de Sinaloa.
Reacción tranquila ante el suceso A diferencia de lo ocurrido en Colombia en 1989, cuando miles de personas salieron a las calles para protestar tras el asesinato del candidato presidencial Luis Carlos Galán, en Ecuador no ha habido manifestaciones masivas.
La tranquilidad reina en Quito y solo un centenar de personas se acercó al homenaje público a Villavicencio.
Desencanto hacia los líderes políticos
A pesar del miedo y pesar por la situación de seguridad, la reacción hacia el asesinato refleja el desencanto de los ecuatorianos frente a los líderes políticos.
Villavicencio no estaba entre los favoritos según las encuestas, lideradas por la candidata Luisa González del correísmo. En el centro de Quito no hay carteles electorales ni se realizan actividades proselitistas.
Los candidatos han suspendido temporalmente sus campañas mientras Ecuador se prepara para elegir a su nuevo presidente el próximo domingo.