Ciencia y tecnología

La NASA se acerca a una solución de carga rápida para vehículos eléctricos

La NASA, ha estado avanzado en ambiciosos proyectos en tierra / Archivo Internet
¡Increíble avance en la carga rápida de coches eléctricos! Investigadores de la Universidad Purdue y colaboradores de la NASA han desarrollado un prototipo basado en el fenómeno de ebullición del flujo subenfriado, permitiendo multiplicar por 4,6 veces la corriente eléctrica transportada por los cables.

La NASA está investigando una posible solución de carga rápida para vehículos eléctricos, aplicando principios de ebullición de flujo subenfriado para multiplicar significativamente la corriente eléctrica transportada por los cables de alimentación.

Los vehículos eléctricos son conocidos por su impacto positivo en el medio ambiente y han estado en el centro de la transición hacia una movilidad más sostenible. No obstante, la necesidad de mejorar la infraestructura de carga y reducir los tiempos de recarga ha sido un desafío persistente en este tipo de vehículos.

Uno de los obstáculos en la carga rápida de coches eléctricos radica en la potencia que los cables de alimentación pueden manejar. La electricidad al pasar por una resistencia genera radiación térmica, lo que limita la potencia disponible en los puntos de recarga rápida.

Sin embargo, un equipo conformado por investigadores de la Universidad Purdue y colaboradores de la NASA han explorado una solución innovadora basada en el fenómeno conocido como ebullición del flujo subenfriado.

Este fenómeno se refiere a la formación prematura de burbujas de vapor en un líquido antes incluso que alcance su temperatura normal para hervir. En esencia, esto permite calentar rápidamente el líquido y provocar su ebullición anticipada.

La Universidad Purdue ha aplicado este principio en el desarrollo de un prototipo que permite multiplicar por 4,6 veces la corriente eléctrica transportada por los cables de alimentación presentes en las estaciones para cargar vehículos eléctricos. Este prototipo puede operar de manera estable a 1400 amperios y tiene la capacidad de llegar hasta los 2500 amperios.

La tecnología se basa en un sistema de control de temperatura diseñado originalmente para operar en condiciones de microgravedad en el espacio exterior. El principio de ebullición del flujo subenfriado ha demostrado ser eficaz en la disipación del calor, permitiendo una carga más rápida y eficiente para los coches eléctricos.

Aunque esta innovación inicialmente está destinada a misiones espaciales y a la colonización de Marte, su potencial impacto en la carga rápida de coches eléctricos en la Tierra es prometedor. Esta tecnología podría superar los desafíos actuales relacionados con la potencia disponible durante las recargas y contribuir a una transición más fluida hacia una economía de movilidad sostenible.


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