El fondista orureño Héctor Garibay ha desistido de participar en el próximo evento mundial de atletismo que se llevará a cabo en Budapest (Hungría), entre el 19 y 27 de agosto. Además, puso en duda su presencia en los Juegos Panamericanos de Santiago (Chile), que tendrán lugar del 20 de octubre al 5 de noviembre. La falta de apoyo económico por parte del Viceministerio de Deportes y otras entidades ligadas al atletismo nacional obligaron al deportista a tomar esta decisión.
En días pasados, Marco Luque, presidente de la Federación Atlética de Bolivia (FAB), informó a algunos medios nacionales que Garibay habría desistido debido a la cercanía con los Juegos Panamericanos. Por esa razón se inscribió a Ángela Castro para no perder la plaza en el certamen mundial.
“Estamos buscando una solución para que reciba un apoyo, porque estimamos que él puede ser un atleta que nos va a representar en los próximos Juegos Olímpicos” Marco Luque Presidente de la Federación Atlética de Bolivia (FAB)
Sin embargo, la realidad es otra: Héctor Garibay no podrá asistir al evento mundial debido a que no cuenta con recursos económicos para prepararse adecuadamente. Actualmente se ve obligado a entrenar en ciertos horarios y luego conseguir dinero trabajando como taxista para mantener a su familia.
Garibay hizo historia al ocupar el puesto 15 en la maratón de Sevilla (España) con un tiempo récord. Esto le dio la clasificación por mérito propio al mundial de atletismo en Budapest e incluso llegar a los Juegos Olímpicos París 2024 y los Juegos Panamericanos Santiago 2023.
A su retorno surgieron una serie promesas por parte del Comité Olímpico Boliviano (COB) y la FAB. Además, la viceministra de deportes, Cielo Veizaga, le aseguró que estaría en la próxima nómina de becados del programa Tunkas. Sin embargo, en semanas pasadas salió la lista donde ningún deportista orureño fue considerado y Garibay se sintió engañado por las promesas incumplidas.
Ahora el atleta orureño recibe el apoyo de la Gobernación de Oruro a través del Programa de Alto Rendimiento, el cual solo costea los pasajes y algunos gastos menores en los viajes a eventos internacionales. Todos estos gastos deberían ser cubiertos por la Federación Atlética de Bolivia. Esto deja a Garibay sin recursos y teniendo que pensar todos los días cómo alimentar a su familia.
Garibay es el único atleta clasificado para los Juegos Olímpicos París 2024 pero no recibe ningún tipo de apoyo económico. Por esta razón debe generar dinero para su manutención y la de su familia, lo que hace que no pueda entrenar a tiempo completo teniendo que dividir sus horarios. Su predisposición para asistir al mundial estaba firme, pero debido a las promesas incumplidas desistió ya que no solo se trata del costo del pasaje sino también de otros trámites como la obtención de la visa, alimentación, estadía, entre otros.
Es una realidad triste la que vive el mejor atleta boliviano en la actualidad. Esta situación es compartida por sus compañeros del Programa de Alto Rendimiento y deportistas de otras disciplinas que cumplen un trabajo quijotesco para lograr preseas en favor del país y no reciben ningún tipo de apoyo por parte de las autoridades nacionales que solo aparecen para la fotografía y luego desaparecen con sus promesas.
