Investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) en Suiza han utilizado redes neuronales o modelos lingüísticos de gran tamaño (LLM) como asistentes técnicos para crear un robot recolector de tomates.
El estudio, titulado «¿Cómo pueden los LLM transformar el proceso de diseño robótico?» y publicado recientemente en Nature Machine Intelligence, tiene como objetivo proporcionar datos sobre las potencialidades que tiene la inteligencia artificial (IA) para colaborar en el diseño de robots.
La docente del departamento de robótica de EPFL y una de las principales autoras del estudio, Josephine Hughes, indicó que estas herramientas podrían cambiar la forma en que se diseña robots, ya que enriquecen y simplifican el proceso. Según Hughes, aunque Chat-GPT es un modelo de lenguaje y su código se genera a partir de texto, proporcionó información importante y conocimientos para el diseño físico y mostró un gran potencial para estimular la creatividad humana.
El informe detalla que la investigación se dividió en dos fases: primero fue el intercambio de conceptos entre los investigadores y la IA donde discutieron los desafíos que enfrenta la sociedad en la recolección de alimentos proponiendo así la robótica como una solución al problema del suministro mundial; luego los investigadores alimentaron a Chat-GPT con información científica y técnica respecto a la creación de robots. En la segunda fase se realizó la construcción del robot.
Durante el proceso del estudio, los investigadores descubrieron que Chat-GPT no solo ayuda como “inventor”, sino que también puede colaborar con los humanos en «exploración colaborativa», ya que la IA puede proporcionar muchos conocimientos que van más allá del dominio humano; además, puede actuar como «embudo», pues aporta datos técnicos lo que ayuda a perfeccionar el proceso de diseño mientras las personas pueden conservar el control creativo.
Sin embargo, los expertos advirtieron que se debe evaluar cuidadosamente el manejo de herramientas de IA ya que no está claro si un diseño generado por un LLM puede considerarse nuevo.
Por lo tanto, la colaboración podría resultar en sesgo, plagio, propiedad intelectual; así también en falta de profesionalismo y ética. Los autores del estudio recomendaron a la comunidad de robótica determinar cómo aprovechar estas poderosas herramientas para acelerar el progreso de los robots en una manera ética, sostenible y socialmente responsable.
