La reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO), presentó avances en tratamientos para diversos tipos de cáncer.
En el caso del cáncer de pulmón, investigadores del Centro Oncológico de Yale demostraron que el fármaco “osimertinib” puede prolongar la supervivencia de pacientes que han sido sometidos a cirugía para extirpar el tumor.
Ese medicamento está indicado para pacientes con cáncer de pulmón no microcítico y una mutación en un gen llamado EGFR. Los resultados publicados en revistas científicas mostraron que 85% de los pacientes que cumplieron estos criterios y tomaron “osimertinib” sobrevivieron hasta cinco años.
En cuanto al glioma, un tipo de cáncer cerebral, se presentó un estudio sobre el “vorasidenib” del laboratorio Servier, que reduce un 61% el riesgo de progresión o muerte por la enfermedad. Además, aplaza la necesidad de recurrir a otros recursos más tóxicos como quimioterapia y radioterapia.
Por último, científicos del Memorial Sloan Kettering Cancer Center demostraron que dos estrategias terapéuticas diferentes son capaces de alcanzar un resultado similar en pacientes con cáncer rectal avanzado sin metástasis: sesiones combinadas de quimioterapia y radioterapia o solo quimioterapia. Alrededor del 80% de los participantes estaba vivo y libre de la enfermedad después de cinco años.
Estos avances muestran cómo las terapias más modernas en oncología están siendo probadas y aprobadas poco a poco para las fases iniciales y menos agresivas de la enfermedad, lo que representa una gran esperanza para los pacientes.
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