Los encargados del departamento de IA Responsable, Seguridad y Alineación de OpenAI: Sam Altman, Greg Brockman e Ilya Sutskever, emitieron un comunicado de prensa el mes pasado, en el que aseguraron la necesidad de crear entes reguladores para la Inteligencia Artificial (IA), con el fin de evitar daños irreversibles.
Según su criterio, la IA será más poderosa que otras tecnologías con las que la humanidad ha lidiado antes. Por lo tanto, para aprovechar todo su potencial en beneficio de la sociedad se deben gestionar los riesgos asociados.
Para ello, propusieron tres ideas para usar la IA de forma segura: en primer lugar, coordinar esfuerzos para garantizar la seguridad y adecuada integración de estos sistemas en la sociedad mediante un proyecto respaldado por gobiernos o limitando la tasa de crecimiento de la capacidad de IA.
En segundo lugar, crear una autoridad internacional capaz de inspeccionar sistemas, exigir auditorías y establecer estándares y niveles de seguridad; y como tercer punto, destacaron la importancia del desarrollo técnico para hacer que la IA sea segura aunque reconocieron que abordar este tema será un desafío complicado.
Los trabajadores recordaron también la importancia de supervisión pública y participación democrática en el manejo de los sistemas más poderosos. Por ende enfatizaron que las decisiones sobre control deben ser tomadas por personas alrededor del mundo.
Pese a los riesgos asociados al crecimiento desmedido de IA, su desarrollo es necesario por sus beneficios en todos los niveles sociales. Se espera que mejore la calidad vida, promueva crecimiento económico y permita abordar problemas sociales efectivamente.
Detener su progreso sería complicado y requeriría medidas extremas, por lo que los tres encargados de OpenAI pidieron que el trabajo de regulación se haga correctamente.