Cristiano Ronaldo tiene muy difícil levantar un título con el Al Nassr en su primera temporada en Arabia Saudí. Después de caer en las semifinales de la Supercopa saudí ante el Al Ittihad (3-1) hace poco más de un mes, el equipo del portugués casi se despidió definitivamente de la liga el martes tras perder en el gran clásico de la ciudad de Riad ante el Al Hilal, el club con más títulos del país arábigo (0-2). Un doblete de Ighalo, viejo conocido de la afición española por su pasado en el Granada, sentenció el partido a favor del Al Hilal y aleja al Al Nassr a tres puntos (y con un partido más) del liderato del Al Ittihad a falta de seis jornadas.
Cuando Cristiano debutó con Al Nassr, el 22 enero, el equipo era líder de la liga saudí con 33 puntos, dos por encima del Al Ittihad. Tres meses después, el portugués ha cumplido en su faceta de goleador anotando once tantos y dando dos asistencias en once partidos de liga, pero los resultados del equipo han ido a peor, provocando que el conjunto de Riad caiga hasta la cuarta plaza de la liga. Una caída que le ha costado el puesto a Rudi Garcia, que hace seis días fue sustituido por Dinko Jelicic, un entrenador con poca experiencia en el fútbol de élite que debe revertir la situación.
Con la lucha por el título de liga muy complicado, a Cristiano aún le quedan dos objetivos en lo que queda de temporada. Por un lado, puede pelear por ser el máximo artillero con sus once goles, aunque se encuentra a siete tantos de Ighalo y a cinco de su compañero Talisca. También tiene el reto de conquistar la Copa del Rey de Campeones, en la que su equipo, el Al Nassr, se encuentra en semifinales. El lunes 24 de abril juega ante el Al Wahda por entrar en la final.
