El grupo de países del Brics, conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) avanza hacia la creación de una nueva moneda para alejar al dólar estadounidense y se utilice para el comercio, según informó el vicepresidente de la Cámara baja rusa, Alexandr Babakov.
Babakov, reveló que el grupo de países está avanzando en la creación de una moneda digital “u otra forma completamente nueva de moneda” para los pagos internacionales “en el futuro cercano”, según reseñó Sputnik Mundo.
El parlamentario afirmó que la transición hacia los pagos transfronterizos realizados con monedas nacionales es un primer paso para el Brics.
Asean pretende abandonar el dólar estadounidense
A la par de la intención del Brics, los países que conforman la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) organización intergubernamental que reúne a Brunei Darussalam, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam, pretenden abandonar el dólar estadounidense, para enfocarse en las transacciones utilizando moneda local como el euro y el yen.
Los países proponen un plan de transacciones en moneda local, mediante el cual se pueden realizar pagos digitales transfronterizos entre esas naciones, promoviendo el uso de monedas locales para el comercio, tal como lo indicaron en una nota de prensa.
Durante la reunión, el presidente indonesio, Joko Widodo, instó a los mandatarios de la región a que usen tarjetas de crédito emitidas por bancos locales y abandonen gradualmente los sistemas de pago extranjeros, como Visa y Mastercard.
El dólar estadounidense en problemas
Con el Brics y el Asean pensando en abandonar al dólar estadounidense y enfocarse en monedas locales para concretar negociaciones y comercios trasnacionales, la divisa norteamericana parece estar inmersa en serios problemas.
China completó la primera compra internacional de un rubro petrolero pagando con yuanes. Se trató de una operación de importación desde los Emiratos Árabes Unidos, un país que también se opone a seguir usando el dólar para compromisos transfronterizos.
Más países se suman a operaciones ejecutadas con una moneda distinta, en clara contraposición al patrón dólar, que ya va para ocho décadas rigiendo el espectro económico mundial.
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