El gerente general de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), Javier Arze, explicó este martes, que la deuda del Estado supera los 700 millones de bolivianos a las empresas constructoras, lo que causaría “graves” problemas económicos en este sector.
El funcionario indicó que, la reducción de la inversión pública en infraestructura y la baja ejecución de lo presupuestado en 2022 son factores que frenan el crecimiento del sector; además, señaló que, aún existen planillas de obras impagadas, por algunas entidades públicas.
“Las deudas se fueron acumulando desde dos millones de bolivianos, en enero de 2019, 53 millones de bolivianos para julio, hasta alcanzar los 703,2 millones de bolivianos en octubre del mismo periodo”, manifestó Arze, en una entrevista con El Deber
Explicó que, del total de deuda pendiente que tienen entidades estatales, 224 millones de bolivianos corresponden a contrapartes internas de construcción y rehabilitación de caminos, mientras que 479 millones de bolivianos, son por financiamiento externo en construcción.
Concluyó que, los conflictos sociales de 2022 han ocasionado grandes pérdidas; además, de la escasez del dólar que detona la subida en el precio de los materiales que se importan. El sector constructivo visualiza una recuperación lenta.
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