La festividad de la Virgen de Urkupiña es postulada oficialmente por el Gobierno boliviano ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la ciencia y la Cultura (Unesco), para ser declarada como patrimonio de la humanidad, informó, el director Nacional de Patrimonio del Ministerio de Culturas, Gonzalo Vargas.
Después de una campaña de recolección de firmas para presentar a la Unesco la postulación, el Comité impulsor logró concluir el expediente que contiene un conjunto de formularios donde está el cúmulo de información que se requiere reunir.
“El pasado 28 de marzo se envió toda la documentación requerida (a la Unesco), felizmente para la información de la ciudadanía cochabambina, en vista de que el 31 cerraba el plazo para las postulaciones, mencionó”, Vargas.
Este documento denominado “Fiesta de la Virgen de Urkupiña en Quillacollo, el Ayni e Integración de Culturas” contiene material fotográfico y audiovisual que da cuenta de las facetas de la manifestación cultural y religiosa, así como el inventario y los libros con las firmas de instituciones que respaldan la postulación de la festividad, según Bolivia tv.
“Se ha logrado cumplir un propósito de la ciudadanía, en el caso del municipio de Quillacollo, Cochabamba, y en realidad todos quienes suman su fe en torno a la festividad de la Virgen de Urkupiña”, añadió.
También, refiere que se creó un comité impulsor, encabezado por la Gobernación de Cochabamba, un representante del municipio de Quillacollo, instituciones, como la Asociación de Fraternidades Folklóricas de la Virgen de Urkupiña y otros.
Asimismo, Vargas informó que, esta jornada la versión física del documento fue enviado a través de Cancillería.
La Virgen de Urkupiña o Urqupiña es una advocación de la Virgen María Asunta, que se venera cada 15 de agosto en Quillacollo.
El 14 de agosto empieza la fastuosa entrada folklórica; el 15 se celebra la misa solemne de fiesta y el 16 culmina con la romería popular al cerro Cota (Calvario), donde, según la tradición, apareció la Mamita de Urkupiña.
En el calvario se realiza una serie de ritos, como la obtención de pedazos de piedra en señal de préstamo de bienes espirituales y materiales, con la promesa de volver al año siguiente para devolver los correspondientes intereses. También está la compra simbólica de pequeños lotes de terreno y otros objetos en miniatura, casas, movilidades, títulos profesionales, con la esperanza de adquirir uno real hasta el próximo año.
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