Un juez del Distrito de Miami en Estados Unidos determinó este miércoles, 70 mese (5 años con 8 meses) de prisión para el exministro, Arturo Murillo, quien se declaró culpable de lavado de dinero y soborno internacional, derivados de la compra con sobreprecio de gases lacrimógenos durante el Gobierno de Jeanine Añez.
El exministro de Gobierno, Arturo Murillo, recibió este miércoles una condena de 70 meses por conspiración y lavado de dinero en Estados Unidos.
Así, una nota de prensa del Departamento de Justicia de Estados Unidos señala una pena menor (5,8 años) a la que informó el procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, quien desde su cuenta de Twitter señaló horas antes que sentenciaron a la exautoridad a siete años de cárcel.
Murillo está detenido en la cárcel federal de Miami desde mayo de 2021 y en octubre de ese mismo año se declaró culpable por el delito de conspiración, para lavar dinero, cuya pena máxima es de diez años de cárcel.
El exministro de Gobierno fue imputado por soborno a cambio de direccionar de manera corrupta la compra de gases lacrimógenos a la empresa intermediaria Bravo, durante el Gobierno de Jeanine Añez.
Según los documentos, el exministro recibió al menos 532.000 dólares a cambio de ayudar a la empresa Bravo, a obtener el contrato de aproximadamente 5,6 millones de dólares.
Junto a Murillo fueron acusados su exjefe de gabinete en el Ministerio de Gobierno, Sergio Rodrigo Méndez, además de los empresarios Luis Berkman y Bryan Berkman de la empresa Bravo, además de Philip Lichtenfeld.
Los otros cuatro implicados se declararon culpables con anterioridad. Méndez recibió entonces una pena de 42 meses de prisión, Luis Berkman recibió 38 meses, Bryan Berkman 28 meses y Lichtenfeld 26 meses.
Por su parte, el ministro de Gobierno, Carlos Eduardo Del Castillo también se pronunció a través de sus redes sociales informando sobre la sentencia a la exautoridad.
«El exministro de Gobierno de Bolivia fue sentenciado hoy a 70 meses de prisión por conspiración para lavar sobornos que recibió a cambio de ayudar de manera corrupta a una empresa estadounidense a ganar un lucrativo contrato con el gobierno boliviano», escribió Del Castillo.
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