A los 79 años, el cantautor cubano Pablo Milanés Arias, falleció la madrugada de este martes en Madrid España, donde radicaba. No pudo superar la enfermedad oncológica que padecía.
El artista centroamericano deja un notable legado de canciones y aproximadamente 60 discos que lo sitúan entre los nombres indispensables y más universales de la música iberoamericana, según el diario español El País.
“Con gran dolor y tristeza, lamentamos informar que el maestro Pablo Milanés ha fallecido esta madrugada del 22 de noviembre en Madrid. Agradecemos profundamente todas las muestras de cariño y apoyo, a toda su familia y amigos, en estos momentos tan difíciles. (sic)”, señala una publicación en la cuenta de Facebook del artista.
Milanés también fue considerado como pilar y fundador destacado del movimiento de la Nueva Trova cubana, que deslumbró al mundo en los setenta.
Además, es el creador de canciones clásicas de amor como: “Yolanda”, “Ámame como soy” o “El breve espacio en que no estás”, entre otros, de su larga trayectoria.
Milanés (Bayamo, 1943) recibía desde hace unos años tratamiento médico en España, donde residía con su familia.
En la vida del artista hay muchos hitos. Sin duda, uno de los grandes fue su paso por el Grupo de Experimentación Sonora del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, bajo la dirección del maestro Leo Brouwer, al que pertenecieron también Silvio Rodríguez, Noel Nicola, Eduardo Ramos, Sergio Vitier, Emiliano Salvador o Sara González, entre otros.
El trabajo innovador de este taller creativo, entre 1969 y 1974, cambió los modos de entender y hacer la música cubana, y aquello cuajó en el movimiento de la Nueva Trova, que introdujo en la canción popular contenidos políticos y sociales pero tratados con hondo lirismo.
En tiempos de las dictaduras de Chile y Argentina, la Nueva Trova se convirtió en América Latina en el alma de la izquierda y del movimiento revolucionario, pero Milanés siempre compaginó ese compromiso cívico con las canciones de amor y desamor, que son hoy, probablemente, las más recordadas.
El verano anterior, ya muy enfermo, quiso viajar a la Isla con su familia para ofrecer a su público un concierto memorable que fue toda una declaración de amor, y una despedida. Milanés, ya en silla de ruedas, lo dio todo en aquella última presentación en La Habana y su voz sonó con más corazón que nunca.
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