Los 19 niños y las dos maestras que murieron en la masacre del precedente martes en Uvalde de Texas, Estados Unidos, estaban en una misma aula, en la que se atrincheró Salvador Ramos de 18 años, quien disparó indiscriminadamente contra los presentes, informó este miércoles la Policía.
El portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Chris Olivarez, explicó en una declaración a los medios que el agresor disparó contra su propia abuela en casa, se subió a un motorizado con el que tuvo un accidente en la escuela “Robb Elementary”.
Fue ahí cuando alertaron a las fuerzas de seguridad, indicando que el sujeto se dirigía armado hacia el colegio.
“El atacante pudo ingresar a un salón de clases, se atrincheró dentro de ese salón y nuevamente comenzó a disparar a numerosos niños y maestros que estaban en ese salón sin tener en cuenta la vida humana (…) Comenzó a dispararle a cualquiera que se interpusiera en su camino”, afirmó el funcionario en la NBC.
Mientras ocurría el tiroteo, los agentes recorrieron la escuela rompiendo ventanas e intentaron evacuar a los niños y al personal. Luego pudieron forzar la entrada en el aula donde estaba el tirador, dijo.
“Eso muestra la completa maldad de este tirador”, manifestó Olivarez a CNN.
Cuando la policía llegó al lugar, el agresor abrió fuego contra los agentes y finalmente fue abatido.
“En ese momento, llegó una policía táctica que pudo entrar por la fuerza en ese salón de clases. También fueron atacados a tiros, pero pudieron disparar y matar al sospechoso”, informó.
El autor del tiroteo fue identificado el pasado martes como Salvador Ramos, ciudadano estadounidense de 18 años, residente en Uvalde.
A primera hora de este miércoles, todas las víctimas mortales ya habían sido identificadas y sus familias notificadas, y algunas de ellas revelaron a los medios los nombres de sus hijos fallecidos en el tiroteo.
El portavoz de la Policía indicó que aún están investigando si la escuela era un objetivo premeditado del atacante o si accedió al edificio solo porque se encontraba a su alcance.
Olivares manifestó que Ramos, quien vivía con sus abuelos, no tenía un trabajo, no tenía empleo, fue alumno en un instituto de secundaria local, no tenía amigos ni pareja y no se tiene concomimiento sobre si formaba parte de alguna banda.
La abuela de Salvador sigue viva pese a los disparos recibidos y aún no se tiene localizado el paradero de su abuelo, según informó EFE.
Uvalde es una localidad con alta población latina, este tiroteo fue uno de los que dejó más muertos en una escuela estadounidense desde que un hombre asesinó a 20 niños y seis maestras en una escuela primaria de Connecticut, en diciembre de 2012.
En el centro cívico de la localidad, donde las familias esperaban información sobre sus seres queridos, los gritos y lamentos rompían el silencio una y otra vez. “¡No! ¡Por favor, no!”, gritó un padre.
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